A 21 años de la promulgación de la ley que creó al Sistema Dominicano de Seguridad Social, República Dominicana apenas está a la mitad del camino, y el sistema tiene una preocupante tendencia al estancamiento.
La consideración corresponde al primer superintendente que tuvo el Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS) Arismendi Díaz Santana.
En una comunicación al ministro de Trabajo, Luis Miguel De Camps, Díaz Santana dijo que el clamor de los grupos sociales es hacia una reforma de la misma ley.
Díaz Santana preside la Fundación Seguridad Social para Todos. “Celebramos este 21 aniversario de la creación del Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), en medio del reclamo nacional de realizar una reforma integral de la Ley 87-01”.
Los grandes obstáculos
La falta de información veraz y de orientación oportuna a los afiliados y a la opinión pública, constituye el mayor obstáculo para que los afiliados puedan ejercer sus derechos y deberes, y para que puedan contribuir a una verdadera reforma integral de la Ley, dijo el experto en el tema.
El desconocimiento de la esencia y de la lógica interna de la Ley, aún dentro de los círculos más instruidos del país, fomenta el fanatismo y las distorsiones, reduciendo la calidad del debate, indica.
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Desconocimiento
“La falta de un diagnóstico objetivo y completo ha privado a más de cuatro millones de jóvenes dominicanos de conocer los avances, fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas del sistema”, indica la carta.
Sostiene que ese vacío ha incentivado una fuerte polarización entre quienes no reconocen ningún avance y plantean un regreso al pasado, y los que dicen que todo está muy bien y minimizan las justas quejas y demandas de los afiliados y la población.
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Habla de impacto
El impacto en el campo de la salud, de las pensiones y del riesgo laboral, en el bienestar familiar, puede medirse desde dos grandes dimensiones, en relación a los avances respecto al viejo Seguro Social y a los logros obtenidos frente a los resultados prometidos y demandados por los dominicanos.
“Ha habido un cambio innegable. De un seguro individual de enfermedad excluyente, con el 7% de la población, a un seguro familiar de salud que cubre al 96%. De una cuota individual, a una cotización con cobertura familiar. De planes médicos unilaterales, excluyentes y no regulados, a un plan básico de salud igual para todos”, indica.
Sin embargo, resalta que crece la insatisfacción social debido a la posposición de las grandes reformas estructurales y a la lenta inclusión de nuevos servicios médicos.
Fuente: Hoy
