Es increíble, pero la mayoría de los periodistas y reporteros adscritos a los medios de la prensa mercancía, casi todos son analfabetos funcionales y la mayoría no tienen idea del porqué de las fuentes informativas que cubren y sus orígenes y funciones mucho menos.
Debido a esa falta de preparación, periódicos escritos de “cierta fama” recurrentemente se escandalizan cuando interpretan lo relativo a ingresos económicos de oficinas y entidades públicas y tanto en el territorio nacional como en el extranjero.
Recientemente, se ha estado pregonando sobre una supuesta mafia con la expedición de visados en los cinco consulados dominicanos en Haití y queriendo dar la connotación de que en estos funciona una supuesta mafia expedidora de visados “a puertas cerradas”. Nada de eso.
Lo que ocurre, es que, por ley, los cónsules y al ser representantes comerciales y el general, también notario público. Tienen derecho a fijar los ingresos por visados y servicios a partir de una determinada suma, que integra va al Estado, el resto va como pago de honorarios y por servicios legales de esos funcionarios.
De ahí, que entre uno y otro consulado pueda darse el caso de disparidad en el costo de los visados o en materia de las legalizaciones notariales y sin que ello signifique mafia de alguna especie o corrupción a gran escala. Y estamos hablando de cualquier consulado y en cualquier país, no solo en los criollos en Haití.
Ante el escándalo que sobre el particular el matutino centenario capitaleño a querido montar, entendemos el silencio de la Cancillería, primero, para no dejarse arrastrar al amarillismo que ese matutino quiere y segundo, porque la ley es suficientemente explicita en materia de los valores a perseguir por visados, servicios notariales y otros servicios administrativos en todos los consulados. (DAG-OJO)