Es una lástima, que a un joven político y en el 2020 de gran futuro, como lo fue Luis Abinader, hoy como presidente de la República en funciones, no puede dejar de ignorar que por errores de sus popis y de los capitostes del PRM, luce prácticamente desacreditado en su ejercicio de poder y siendo victimizado y por un sector nacional, que no le perdona que hubiese permitido, que gobierno y su partido hubiesen cometido el tremendo fraude electoral del 18 de febrero, al imponer un robo increíble del resultado electoral.
Cómo cabía esperar, desde el momento que la atrapada opinión pública cayó en cuenta de la barbaridad cometida y gracias a la complicidad rastrera de la Junta Central Electoral, la que debió de haber anulado aquellas elecciones y convocado a otras nuevas, Abinader sea hoy víctima del actual desbarajuste de poder y que hace prever, que, si ciudadanos y electores continúan con igual temperamento reprobador, las urnas no darán una respuesta positiva a la aspiración del presidente-candidato.
En realidad, no toda la culpa es de nuestro joven presidente y ahora en funciones, sino y básicamente, de la huella nefasta de un PRM cuyos capitostes han entendido que debían dirigirlo con el mismo desorden y desvergüenza de su padre putativo, el PRD de cuando la Guerra Fría y que ha sido el factor preponderante, que ha llevado a Abinader al grave callejón sin salida en el que tanto su gobierno como él mismo se encuentran.
¿Qué se le puede aconsejar a una persona y político ya endiosado que es víctima del culto hacia su personalidad? Posiblemente nada y mucho menos cuando el primer mandatario, parecería que no entra en razones y quien poco que mucho, empieza a actuar contra los propios suyos y como se vio recién al montar en su vehículo de campaña y en el que ya tenía a la senadora Faride Raful, nada menos que a su antagonista primario Guillermo Moreno -mal educado por demás, ya que no tuvo la cortesía de saludarla- y en un desagradable intento de humillación pública y contra una joven promesa política cuyo único delito ha sido serle fiel y responderle a sus mandatos.
Es posible que el presidente no hubiese equilibrado bien la invitación que hacía para que el aspirante Moreno entrara en el vehículo de campaña oficial, pero a ojos de todo el mundo, la imagen que trascendió fue la de una reprimenda innecesaria hacia una joven dama, que repetimos, solo le ha sido absolutamente leal.
Y la pregunta viene, entonces “¿y si eso es a Faride, que pueden esperar los que ni siquiera se acercan al presidente en funciones?”
Desde luego, no se supone que la aguerrida política y comunicadora, vaya a responder con un desplante a la grosería que se le hiciera, pero seguro que guardará su oportunidad y mucho más, si como se está viendo, parecería que la reelección presidencial, por lo menos a la primera vuelta, no será gananciosa.
Caemos entonces, en el punto, de que en el oficialismo ni siquiera quieren discutir su probabilidad y como se nota que será, el entrar a los aprestos electorales de la segunda vuelta electoral de junio, en la que y de seguir la actual tendencia anti-reelección, el presidente en funciones deberá prepararse para entregar a sucesor en agosto.
Sin embargo y a favor de Abinader, hay que decir, que la parte buena de su administración ha sido notable y sus empeños personales por hacerlo bien, más que evidentes. Pero se falló y ahora enfrenta el duro empeño de remontar una cuesta, que parecería le será adversa hasta el final.
A todo esto, la situación es tan delicada para el oficialismo, que del PRM salir derrotado y ganar la oposición y esta, controlando las cámaras legislativas, que definitivamente y de alguna manera podría darse el escenario de un nuevo Congreso cuestionando los resultados de las elecciones municipales de febrero y exigiendo su anulación y la vuelta a nuevas elecciones que representen la genuina voluntad popular.
Novedad que hay que plantear, conociéndose como se la gasta el pueblo dominicano cuando siente que un partido en el poder es el gran culpable de todo el retroceso institucional y humano que se esté viviendo y como ocurrió con la humillante derrota del PRD en el 2004 y que le llevó hasta el 2020 fuera del poder.
Ahora y si la reelección pierde, estamos seguros de que ese será el panorama y destino que le tocará al PRM y en base al desmantelamiento institucional que le vendrá encima y también, que, como producto de las elecciones del 19 de mayo, el actual partido oficial por igual pierda las elecciones legislativas.
En uno o en otro caso, se hace evidente que el oficialismo deberá enfrentarse a sus propios miedos y actuar en consecuencia y desde luego, con mesura y mucha sensatez. Al fin y al cabo, todo proceso democrático nace y termina en elecciones y un partido político que se precie de demócrata, no tiene porqué entender un resultado adverso como una desgracia, cuando con el mismo, su dirigencia tiene la oportunidad de renovarse y ajustarse a nuevos tiempos y de paso, entender, que, si el elector le dio la espalda, algo no se hizo bien que motivó tal rechazo.
De todas maneras, se está en campaña electoral y a diez y nueve días de las urnas y por lo tanto, hay votos que ganar y salvar y Abinader, también ha dado buenas lecciones de que sabe pelear abajo y ganar de cualquier tiempo adverso, lo que significa, que tiene tiempo para tratar de revertir la situación a la que su partido le ha llevado. Mientras tanto, solo recordamos, que aquellos polvos del 18 de febrero trajeron estos lodos del 01 de mayo…Con Dios. (DAG) 01.05.2024
