Este pasado fin de semana, el país político quedó sorprendido porque el ministro de Turismo, David Collado, hiciera un acto-montaje bajo techo y con el propósito evidente de que se le vea como un factor político de apreciar y también y sin duda, como herramienta al uso por el Poder Ejecutivo, en tanto deja traslucir, lo evidente, de que el PRM y no tanto el Gobierno, quedó impactado por la mega juramentación de peledeístas en San Cristóbal y encabezada esta por el expresidente Danilo Medina, quien con su discurso desafiante y marcando tiempo, evidenció que sigue siendo el político frío, calculador, taimado y de agallas que se le reconocen. ¿Qué vendrá ahora cuando los campos empiezan a deslindarse? (DAG)
