No queremos ser pesimistas y, por lo contrario, sí muy realistas. Y lo que nos hace decir, que quiérase o no, los políticos y partidos se han metido en miedo de sus propias sombras, al tiempo que el liderato político colectivo y compartido por Abinader, Danilo, Leonel y todo el resto e incluido el pérfido de Hipólito. Todos hacen como que nada ocurre y que el ambiente político estuviera realmente sano. Cuando lo que hay, es una competencia casi de histéricos y que, ante el descreimiento público, tampoco parecería que fuera a parte.
Simplemente, todos estos actores políticos están queriendo entender que se viven tiempos normales, cuando la realidad nos dice, que hay un gobierno de origen no mayoritariamente popular y una oposición, que debiendo estar compactada, cada grupo hace lo imposible porque los ciudadanos no entiendan, lo cierto, de que como nunca, el divisionismo interno corroe y daña a la partidocracia.
¿Qué está ocurriendo?, que ninguno de los partidos y lideres, ninguno y ahora mismo, está seguro de que sus actitudes, políticas y acciones emprendidas, realmente pudieran darles frutos positivos para sus respectivas causas, en tanto se está dando la desagradable sensación, de que los ciudadanos y entre mal pensados, descreídos o inconformes, tratan de hacer ver y hasta ahora, por las redes sociales y los programas de radio y televisión, la todavía leve señal de esa cierta oposición y desapego hacia todos los miembros de la partidocracia y que por lo constante, parecería que nadie cuenta con ventaja alguna y sí que todos lucen empantanados en esa pugna estéril de lideratos nacionales que realmente se creían tales.
A nuestro juicio, lo que existe, es un ambiente de crispación y desencanto compartidos y por el que, quien no cojea de una pierna lo hace de la otra, al tiempo que paralelamente, creemos ver y entender que el país político y como volcán dormido, da visus de estar al punto de estallar.
Agréguese a la situación tan extraña, de que prácticamente, todos los mass media dentro de la prensa mercancía y por sus ataduras económicas con unos y con otros y en particular con el gobierno, sus miembros no tienen idea de como desenvolverse y menos, frente a un PRM, del que todos saben que se las gasta muy dura cuando de perseguir a adversarios, latentes o confesos, se trata.
De ahí que se esté viviendo un ambiente enrarecido y ácido de profunda sospecha y tanto políticos, empresarios, corporaciones y sociedad civil e igual los articulistas o comentaristas dizque políticos que todos esos sectores tienen, se las ven y se las desean para ver como logran convencer de sus compromisos, a una ciudadanía que se encuentra hastiada y cansada de tantas falsías.
Semejante situación, es lo que a hecho, que los pocos mass media y entre análogos y digitales, pero independientes a todos los poderes públicos y privados y salvo una que otra excepción, como POR EL OJO DE LA CERRADURA, aquellos quieran cubrirse y para no perder sus privilegios y canonjías otorgados por la partidocracia como especie de salvavidas, en tanto nosotros, sencillamente continuamos nuestro discurrir de 49 años continuos y marcando una línea de opinión diferente y tal vez no necesariamente disidente, pero sí equidistante y de contrapeso frente al poder político, social, religioso y empresarial, constituido como la peor tiranía despótica contra el libre albedrío del pueblo dominicano y sus sectores de pensamiento más avanzado y realmente, mucho más identificado con los intereses permanentes de la República.
Ante esa circunstancia, notamos y que es lo más patético, que con su incesante agenda de ir de allá y para acá y como gran rey mago prometiendo villas y castillas, al tiempo que ya se sospecha, que si el 50 % del presupuesto nacional no ha sido ejecutado es porque el presidente en campaña, lo quiere aprovechar como efecto cosmético brutal de campaña electoral fuera de tiempo legal, en tanto su partido, el PRM, ya los sectores alejados o distanciados del gobierno, asumen que al partido oficial no puede dejársele solo y siendo gobierno menos y por todo cuanto de radicalismo, su padre putativo, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) de la Guerra Fría, quiera hacer creer y con tal de permanecer en el poder y sin importar como.
También está lo otro, de tener ese concepto o sensación de tratar de no perder vigencia política y que desde hace unos meses no deja dormir a toda la partidocracia y menos a los del gobierno, pues todos y llevándose de un autoengaño común, quisieran entender que pueden ser más listos que los otros y lo que no es así y porque el gran adversario que la colectividad política tiene, es ese no menos millón y medio de individuos en capacidad electoral y entre 18 y 28 años, quienes divorciados del pasado político de los últimos 17 años, notamos que estarían dispuestos a generar un nuevo liderato o plataforma generacional, que haciéndole contrapeso a la partidocracia que desprecian por corrupta y corruptora, se dispongan por andar en tratativas de crear una especie de punto de inflexión, mediante el cual y de cara al 2024, nuevos partidos y nuevos lideres y todos menores de 35 años, pudieran darle una vuelta de tuerca a todo ese retrógrado estatismo generacional que desde el 1996 tiene acorralado al país político y por extensión a la misma nación.
Entendiendo esta realidad y la que todavía intuyen, pero que no quieren aceptar y nos referimos, a Abinader, Danilo y Leonel, este trío de esperanzas truncas, trata de hacer hasta lo imposible, porque la nación los continue viendo como los individuos a seguir y de acuerdo a los parámetros de esa insidiosa propaganda que les ha permitido, a uno ser presidente y los otros dos como desacreditados expresidentes, tratando de engañar o moldear a la atrapada opinión pública, esa, que ya da visus de independencia propia, mientras los vasallos mediáticos del trío presidencial, intentan revertir la situación, pero quienes de cobardes, saben que temen que la ciudadanía los vea o descubra, como los sepulcros blanqueados que realmente han contribuido a prostituir la vida política nacional.
En consecuencia y solo hay que repasar el 90 % de los escritos de los seudo analistas políticos que los principales matutinos tienen, para darnos cuenta, que sus discursos ya lucen desgastados y lo peor, que a quienes se deben, ni estos mismos les tienen la misma confianza y confiabilidad de hace dos años.
Hay pues un vacío de opinión informativa y analítica real, equilibrada y lo más objetiva posible dentro de los mass media de la prensa mercancía y los primeros que han caído en cuenta han sido las redes sociales y muchos de los programas de comentarios y debates en la radio y la televisión y por eso el periodismo mediocre, burocrático y de naderías que hay, donde sus personeros se angustian y al darse cuenta de que la gente a su vez razona en cuanto a que de ellos no tienen mensajes creíbles como confiables.
Viendo entonces esta dramática situación de vacío comunicacional cierto y frente a un aparato político desacreditado en extremo y con unos “lideres”, que ni la misma partidocracia defiende o da la cara por ellos, hemos llegado a la conclusión, de que lo mejor, es continuar por la línea del medio y sabiendo, que, con la partidocracia metida en precampaña electoral, Abinader sacando ventaja táctica y el PRM bloqueado por su división y lo que le hace más peligroso. En tanto aumenta la ausencia de contrapesos sociales y mediáticos, parecería que vamos en carrera loca hacia el despeñadero y lo que a tiempo hay que advertir. (DAG)
