Cuando en una nación como la dominicana, cuya población es una y en la generalidad de los casos, entre analfabetos funcionales y titulados universitarios a la carrera y propiciados por la inocultable corrupción de compras de títulos y favores sexuales a destajo, es poco lo que puede presumirse de tener una población aceptablemente preparada para encarar los desafíos que da la vida.
Entonces y desde el momento que este tipo de conducta y comportamiento genera una toma de conciencia que hace difícil que mucha gente pueda escapar del círculo vicioso de la corrupción a gran escala hija de la política, así como de las ambiciones desproporcionadas y despiadadas de los grupos económicos y financieros.
Y si al mismo tiempo, se observa que la mayoría de quienes opinan de todo en los medios de comunicación y de información de masas tradicionales, más los otros en los alternativos en las redes sociales, necesariamente que debe concluirse que es un ir contra la corriente, cuando la parte de la gente decente, honesta, trabajadora e integra que tiene esta sociedad y en todos sus niveles, termina por desertar de sus responsabilidades ciudadanas en materia de civismo, civilidad y conducta sana, prefiriendo en cambio no cerrar los oídos al tsunami de desinformación e insultos a gran escala que caen de golpe dentro de todo el entramado social y del que son partícipes.
Por eso es tan difícil entender realmente, que es lo que se esconde detrás de cualquier tipo de comportamiento político, social, mediático, empresarial y al observarse, que realmente en estos 63 años después de la caída del régimen de fuerza y desarrollista de Trujillo, la República y en materia de educación de moral y cívica y educación domestica ha retrocedido a niveles, que a quienes nacieron en el lapso 1930-1950 y viendo como discurre el compás de las horas, la vergüenza les aprisiona y la angustia de ver que el país de antes ya no existe y porque una gleba (forma de resistencia contra la explotación y opresión de la servidumbre) propia de un país de mentalidad feudal en su primera etapa de formación, ha tomado dominio de la vida nacional.
Naturalmente, no nos expresamos de manera casi hiriente, solo porque la indignación ahoga el entendimiento, sino por la dura verdad de que las nuevas generaciones nacidas en estos 63 años y en gran medida, para nada tienen en cuenta que su país no puede ni debe ser aniquilado moralmente y como ahora está sucediendo y prácticamente desde el año dos mil a la fecha.
¿Mentimos?, entonces, ¿cómo calificar que el pasado día 8 de abril ocurre una tragedia monumental que tiene que ver con los destinos de no menos 500 personas aglomeradas en una discoteca para la alta burguesía y a este día han enterrado 234 cuerpos y todavía nadie ha sido responsabilizado de aquel hecho, único en los últimos cien años en la vida de este país?
Sigamos. ¿Cómo entender que el poder político se fundamenta en la corrupción más depravada y tanto desde el gobierno como desde la oposición y la sociedad civil y los gobernantes llegan al gobierno en base a manipulaciones y compras de votos y ya en el gobierno, se sostienen en base a la corrupción que dimana de la utilización del presupuesto nacional y a niveles tales, que ha habido gobiernos hijos del fraude y la compra constante de conciencias en base a una propaganda hija millones de pesos que han sido entregados a medios y periodistas y comunicadores de todo tipo?
El resultado que se tiene es el de un país que ya no tiene una opinión pública libre, que el relato político es fabricado de acuerdo a los intereses en juego o en disputa y lo peor, teniendo unos medios en la prensa tradicional, que desertando de sus obligaciones morales con la nación, se ha convertido en el sostén de presidentes y gobiernos corruptores, mientras a la acera de enfrente, se presentan muchos medios en las redes sociales, que en su mayoría funcionan como lupanares mediáticos de la peor especie y en donde la moral es hecha añicos y como el reflejo de los más pobres de fortuna y espíritu y mostrando sus terribles odios y resentimientos sociales, que contribuyen a peor y en conjunto, con los primeros que se resguardan en ellos y para no ser un periodismo cívicamente responsable y ni siquiera medianamente profesional.
También hay que decir que desde hace no menos siete años, en todo ese periodismo mercantilista ha surgido un brote verdadero de moral cívica y amor patrio, que procura que se haga un alto en el despeñadero por el que va la comunicación.
Pero ha ocurrido, que los medios tradicionales y para nada, quieren que haya un resurgimiento moral en el periodismo y de ahí que incentiven a sicarios de la comunicación y como sus puntas de lanza para que faciliten que nada cambie y para que todo continúe igual.
Sin embargo, también ahora ha surgido y en los últimos dos años una vuelta al rescate del periodismo y la comunicación tradicional, mientras desde el gobierno todo se ve con ojeriza y por el simple hecho de que la autoridad nacional todavía no entiende el por qué los barones mediáticos, los dueños de la concentración de medios en pocas manos, realmente son los que favorecen el periodismo de plebes que se anida en determinados nichos de las redes sociales.
Saliendo ahora todo a la luz y al comprobar, que el gobierno ha emitido un proyecto de ley de regularización del periodismo y dejando en manos de los medios tradicionales la confección del proyecto anti-prensa y con el resultado, de que se pretende, que senadores y diputados dependientes del Poder Ejecutivo, aprueben el nuevo código de prensa, cuyo propósito real es que desaparezca el periodismo ciudadano en las redes, en tanto el gobierno aprovecha que los medios “de la gran prensa” le apoyan y para imponer una drástica censura contra las libertades de prensa, palabra, conciencia y disidencia y a los niveles propios de imponer una cuasi dictadura de corte seudo legal.
Al saltar las alarmas y como cabía esperar, influenciadores y dueños de medios digitales y al entender que son el objetivo para hacerlos silenciar, han reaccionado duramente y lo que el gobierno aprovecha para ajustar cuentas con ciertos medios y periodistas en las redes sociales, en donde y desde hace dos semanas, se están aireando situaciones propias de las interioridades del poder que el gobierno hasta ahora no ha encontrado como contrarrestar y que es el factor que le motiva a mostrarse intolerante con medios, comunicadores y periodistas, que ni comprándolos, acceden a comportarse dentro de los $limites profesionales$ de los medios en la prensa tradicional y al saber, que el objetivo final de los medios en la prensa mercancía es hacerlos desaparecer.
¿Hacia dónde se llegará?, es difícil decirlo y menos, viendo el maremágnum que todos han creado y en el que ahora todos los políticos quieren resguardarse en tanto desde los grupos económicos y financieros y sus organismos de inteligencia y data, clasifican sectores, medios y periodistas y para que el gobierno los aplaste.
Por eso la crispación es tal, que nadie es indiferente a lo que está ocurriendo y por eso también, que en el tintero han comenzado a quedar, lo revelado por el empresario tecnológico, Jochi Gomez con las intimidades de la alta política que ha mostrado tan crudamente y siguiendo las interrogantes surgidas después que trascendió y de parte rusa, sobre lo conversado entre el canciller Lavrov y el presidente Abinader en la conversación privada que sostuvieron en Palacio, así mismo, las interrogantes sobre el verdadero objetivo de la reunión solicitada por Abinader a los tres expresidente para que se reúnan con la finalidad de analizar los pasos a dar como nación frente a la problemática migratoria y de seguridad haitiana y encima, el proyecto anti prensa y de cero libertad de palabra que el Poder Ejecutivo ya envío al Senado de la República y en resumidas cuentas, obligando a concluir, de que por diferentes vías, la clase gobernante y no solo el gobierno, busca controlar autoritariamente a toda la sociedad.
Tomemos respiro y chequeemos por qué hablamos de arroz con mango y sí principio de revelaciones ocultas que no dejarán a nadie indiferente, más el peligro de una ley mordaza que tiene en alerta a la ciudadanía. Con Dios. (DAG) 07.05.2025