Por lo que hemos conocido, la designación facilita que al obtener categoría “reservada para pocos países del mundo” confiere algunas ventajas en el sector de defensa y otros al país designado y lo que ya los dominicanos deberíamos ir suponiendo que podría ocurrir, salvo que se presente una situación nueva y excepcional.
Pero ahora mismo, las relaciones entre los dos países socios comerciales muy estrechos y aliados políticos necesarios desde el punto de vista geoestratégico y nos referimos a EEUU y República Dominicana, parecería que van en esa dirección y en la medida que el marco de la guerra Rusia-Ucrania se amplie y más rápido si se llega a la etapa de una variable de guerra nuclear limitada.
Solo hay que ver lo cálido y estrecho de la relación entre los presidente Joe Biden y Luis Abinader y lo que acaba de afianzarse mucho más con las reuniones entre nuestro presidente y determinados miembros claves del Consejo de Seguridad estadounidense, quienes tuvieron una interesante sesión de trabajo con Abinader y a propósito de la reciente reunión pautada en Washington con los presidentes y jefes de Estado y de Gobierno del Caribe isleño, nicho en el que República Dominicana alcanza la proyección de primera potencia insular.
En este sentido, no entendemos, que en este país y aparte de nosotros, no haya otros medios y periodistas interesados en la perspectiva que enunciamos y, sobre todo, cuando desde hace un tiempo y luego de la asociación estrecha con el Comando Sur, que tiene base en la Florida, República Dominicana tiene un papel mucho mayor como primera frontera en la lucha contra las drogas provenientes de Sudamérica.
Si esto se entiende, más lo interesante, de que este país le ha concedido permiso a EEUU y como parte del primer acuerdo en la primera Cumbre de Las Americas realizada en Miami y ratificada ahora con la nueva cumbre celebrada en California, en cuanto a que las naves de la guardia costera USA tienen libre entrada a los puertos dominicanos y que incluso pueden operar en sus propias aguas territoriales, que entonces haya que entender, que poco a poco los lazos entre las dos naciones se fortalecen más y en articular en lo que respecta al aspecto militar.
De hí que no nos sorprendería, que si en la medida que la guerra Rusia-Ucrania pasara a un nivel mayor y nuclear, que entonces en Washington estuvieran dispuestos a activar todo lo relativo, no solo en cuanto a lo que respecta a la Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe (CBSI) y sin dejar de estar atentos a las acciones futuras de la Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial Sur (JIATF-S) sino que por semejante escenario, República Dominicana pasara a la misma condición de socio y aliado mayor con relación a la OTAN y que de suceder, implicaría un accionar bélico inusual en esta parte del mundo, que seguro tendría de puntos de desenvolvimiento y no solo la sede del Comando Sur, sino las bases de EEUU en Puerto Rico (Ramsey) Cuba (Guantánamo) y Colombia (Tolemaida) y la llamada “red de redes” concentrada en bases militares en cadena, en Centroamérica y para solo mencionar a las principales y provocando que República Dominicana cumpla a su vez, en materia de base militar de primera línea y el aumento consiguiente de su presupuesto militar.
Y lo que debe ser mencionado como cuadro general y recalcamos, si la guerra Rusia-Ucrania pasa a nuclear regional, que significaría que, en esta parte del mundo, República Dominicana no podría eludir su papel mayor en los acontecimientos prebélicos derivados y que son las razones, que obligan a que haya que mirar las políticas internacionales de corto plazo, con una perspectiva nueva de una implicación militar dominicana mucho mayor.
Ahora bien, hay otro aspecto de todo esto y nos referimos al político, en el que el escenario descrito, más se aviene a la existencia de gobiernos militaristas o de corte militar que de estructura civil democrática y que es el factor que nos impulsa a advertir, que si el presidente Luis Abinader no se sabe manejar en una política lo más parecida a estar en una cuerda floja, podría suceder, que el sistema gubernativo actual pudiera experimentar determinados cambios “estructurales” que realmente serían contrarios al sistema político civil que prevalece en nuestro país.
Entonces y si esto se toma en cuenta y para un análisis político mucho mayor, no solo habría que estar atentos a la evolución de la guerra en Europa, sino empezar a entender, que podría darse un vuelco extremo a las políticas dominicanas de ahora y ante lo cual, todas las fuerzas políticas nacionales tendrían que estar ojo avizor y la primera alerta habría que entenderla, al momento que se diese una declaración de emergencia nacional y de acuerdo con el nuevo panorama bélico de proyección global.
Desde luego, el presidente Abinader, ciertamente que deberá de estar pendiente a la evolución de los acontecimientos europeos y las reacciones nuevas que aquellos susciten en Washington y sabiendo, que en algún momento tendría que apelar a los “intermediarios” que hasta ahora en EEUU se conocen y que supuestamente están a favor de los intereses dominicanos y nos referimos, a todos esos estadounidenses de origen dominicano que están en el Congreso Federal o en los congresos de los estados en donde están radicados toda una pléyade de funcionarios políticos de elección directa y que se dicen “dominicanos”.
Naturalmente, ahora mismo no hay por qué alarmarse, pero bueno debería de ser, que, si en este país hay algún centro de pensamiento geoestratégico, que en este fueran diseñando el esquema de respuesta rápida que esta nación debería de implementar y si es que nuestros políticos no quisieran encontrarse ante la posibilidad, de que por necios e ignorantes, los acontecimientos de que hablamos que pudieran ocurrir, los agarraran y hablando en criollo, asando batatas.
Razones tenemos entonces, para estar pendiente y recordando, que desde el pasado 24 de Mayo, EEUU designó a Colombia como Aliado Mayor suyo Extra-OTAN (MNNA, por su sigla en inglés) y si ahora le tocara el turno a República Dominicana, ¿Cuál debería de ser la reacción dominicana? Con Dios. (OJO)
