El gurú de Putin anuncia un “apocalipsis nuclear” si Rusia pierde la guerra con Ucrania

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El filósofo y geoestratega nacionalista ruso Alexander Dugin, conocido por ser una especie de “Rasputín” del presidente Vladimir Putin, ha reaccionado al discurso del mandatario y ha ficho que si pierden la guerra de Ucrania sería probable que se produjera un “apocalipsis nuclear”.

Dugin, del que se ha dicho que es el mentor de Putin, siempre se ha mostrado partidario de una Rusia expansionista y que lograra ser el corazón de un imperio euroasiático. De hecho, cree que acabarán triunfando sobre Occidente y que una parte de Ucrania se integrará como pare de Rusia.

Después de que Putin anunciara la movilización de 300.000 soldados reservistas para retomar el camino de la victoria en el país vecino, Dugin ha respaldado la medida y se ha aventurado a decir como acabará el conflicto: O en victoria o en una guerra nuclear. Además, criticó a Occidente por subestimar a la nación. “Sin duda Moscú está considerando presionar el botón rojo”, dijo.

“Rusia podría recurrir a las armas nucleares, ya que tanto para el Estado como para el pueblo, perder una guerra significaría el aniquilamiento total. Pero otra opción sería una guerra severa pero tolerable, que podría superarse, y no solo una derrota severa pero aún tolerable, que podría superarse. Por lo que no se puede descartar el escenario nuclear. “Occidente claramente subestima esta posibilidad considerándola un engaño”.

Dugin dijo que la guerra de Rusia en Ucrania se estaba convirtiendo en una guerra mundial y predijo que solo había tres resultados posibles para la invasión. El primero, la derrota de Rusia. Sería un desastre tanto para el país como para el resto del mundo. “Significaría no solo el fin del régimen, sino el fin de todo y de todos. Es esencialmente un escenario para el fin de Rusia.

Para el geoestratega ruso “no pasará lo mismo que en 1991, cuando conocimos la URSS colapso de forma tranquila y senil, más bien conoceremos un asesinato sangriento. En caso de que nuestras tropas en el frente terminen por retroceder (algo que ha estado sucediendo desde hace treinta años), entonces nuestro país colapsará tanto por razones internas como externas”.

“Los problemas que lastramos desde el inició de la Operación Militar Especial se volverán contra nosotros y nos destruirán: la falta de suministros en el ejército, así como los errores de cálculo estratégicos cometidos (los cuales ya se han hecho evidentes) y nuestra dependencia de la tecnología extranjera – a la cual ya no tenemos acceso y que afecta nuestro armamento – causarán nuestra ruina. En caso de que esto se produzca tanto las autoridades como el gobierno tendrán que pagar el precio de la derrota y Rusia desaparecerá. Nadie podrá escapar de las retaliaciones que vendrán”, afirmó.

La segunda opción es la “apocalipsis nuclear”, que será cada vez más probable si Moscú comienza a perder terreno. Es posible que Moscú, si ve peligrar seriamente la victoria decida usar armas nucleares. Todo acabaría -dijo-, con una victoria de Rusia, lo que daría como resultado la creación de un imperio “religioso y espiritual” y significaría que el final de Occidente.

Es evidente que “esta es una posibilidad, pues las afirmaciones de que las potencias nucleares no pierden las guerras” van dirigidas precisamente a esto. Lo mismo se aplica a las palabras de Putin de que ‘habrá muertes y muchos irán al cielo’ o ‘que la paz no podrá ser dictaminada sin Rusia’. ¿Este escenario es posible? Sí, evidentemente. ¿Acaso el gobierno ruso está considerando este escenario? Sí, lo está haciendo. Todo lo anterior nos lleva a concluir que existen una cierta cantidad de causas objetivas y subjetivas que muy probablemente desencadenaran tal escenario y debemos prepararnos para enfrentarlo. Por lo tanto, existen los requisitos mínimos para que se cumplan tales condiciones y se tomen decisiones que nos lleven por ese camino”.

Recordó que Putin ha dicho que “nuestros enemigos no esperan nuestra rendición y cita el ejemplo de Salvador Allende, que luchó con una ametralladora hasta su muerte. La diferencia radica en que Allende no tenía acceso a armas nucleares y solo podía matar a unos cuantos enemigos antes de morir”.

No obstante, la opción nuclear podría haber comenzado ya, pues el bombardeo contra la central nuclear de Zaporiyia por parte de las fuerzas ucranianas quizás tuvo este fin”. “El hecho de que se recurra a la disuasión nuclear como medio para sobrevivir es una posibilidad. Claro, Occidente sigue considerándose el único sujeto que puede actuar en el mundo y quizás eso cauce graves consecuencias cuando las tensiones aumenten”.

Para Dugin, el tercer escenario es el más importante porque “Se está produciendo una revolución desde arriba en Rusia y Putin ha roto totalmente con Occidente. Esta ruptura total e irreversible debe convertirse en una ideología que cambie el rumbo y la existencia estratégica de nuestro país. Eso implica la abolición de todos los compromisos que todavía tenemos y la transformación de nuestro país en un Imperio popular con un carácter religioso y socialista (anticapitalista)”.

“El liberalismo y el occidentalismo serán condenados, mientras que el sabotaje, el robo, la pereza y la corrupción serán juzgados según los estándares de la guerra. El Estado y el pueblo ruso se volverán uno y la Operación Militar Especial en Ucrania será de ahora en adelante una guerra santa contra Occidente. Ser o no ser, he ahí el dilema”, reflexionó.

Asimismo, se preguntó si ¿es posible que este escenario se vuelva realidad? Sí, especialmente porque muchos acontecimientos, causas y factores objetivos – incluida la sana y fuerte reacción en contra de los errores que hemos cometido, en particular en la región de Járkov – así lo dan a entender. ¿Acaso tal escenario tiene un sujeto? Sí, el pueblo, la sociedad y la gente de Rusia, que en su mayoría son patriotas convencidos, así como una parte de la élite – por supuesto, no toda la élite, en especial los que están más arriba –, están en capacidad de convertirse en tal sujeto”.

Para Dugin, “nuestra sociedad está preparada para asumir este papel y lo vemos igualmente en todos los que se encuentran involucrados en la guerra. El problema real es la movilización general y la proclamación abierta de la ideología de la victoria, eso significa el fin de cualquier compromiso con Occidente. Además, la mayoría de los funcionarios públicos rusos son patriotas convencidos. Lo mismo se aplica al pueblo ruso: solo los agentes de influencia y algunos enfermos mentales (los bichos raros existen en todas partes) no lo son. En caso de que se lleve a cabo esta revolución patriótico-popular desde arriba la movilización general se producirá por sí misma y Rusia entrará en una guerra santa de escala planetaria”.

En este punto, indicó que “el primer paso para llevar a cabo este escenario es acabar con toda dependencia ideológica, tecnológica, psicológica, económica y cultural de Occidente, ya que nos impide llevar a cabo muchas cosas. Occidente domina sectores clave de la vida rusa como la informática, la tecnología, la cultura y el sistema financiero. Poseemos muchos recursos naturales, pero las ideas y los métodos que usamos son copias occidentales. El hardware de los recursos naturales es importante, pero el software ideológico y tecnológico lo, es más. El principal objetivo de la revolución popular desde arriba debe ser liquidar al Occidente interno –tanto a las formas de residuales de liberalismo como los códigos que han implantado en nosotros – lo más rápido posible. No es una tarea fácil, pero los otros dos escenarios son mucho peores”, concluyó. Por: Paco Rodriguez [La Razón]