Es sencillamente inconcebible lo que en estos días está ocurriendo en este país y mientras el resto del mundo se desangra y en el horizonte, hasta una posible guerra nuclear regional y que sería de hondo impacto para la civilización, se encuentra casi ya a punto de implosionar.
De buenas a primeras, gente que entiende que la política del poder es un juego de niños traviesos, le ha dado por utilizar en extremo los lupanares mediáticos en las redes sociales y con el solo propósito de tratar de crear el ambiente propicio para una desestabilización política y social que sabotee el actual y delicado proceso de gobernabilidad, en el que, por lo visto, ni siquiera en el gobierno tienen una idea precisa de lo que se fragua.
Entonces y para mayor sentimiento de contradicciones y conflictos abiertos, nos encontramos con un hipócrita como perverso sector de ultranacionalistas, mientras y para tirar más leña al fuego, el presidente Luis Abinader no esconde el profundo desdén que muestra contra quienes de forma tan artera se manifiestan en su contra.
¿Resultado? Abinader ha tenido que tomar de pretexto su intervención de cinco minutos en la Asamblea General de la ONU del día de mañana y de manera, que aprovechando estos días en Nueva York, tratar de defenderse de las imputaciones groseras y canalladas, que lo peor de la supuesta dominicanidad de algunos y la mayoría estadounidenses de origen dominicano de Nueva York, queriendo írsele al cuello y pretendiendo desacreditarle en extremo, mientras desde las infames redes sociales, irresponsables mediáticos de oficio conspirativo y disociador, intentan hacer creer que nuestro país estuviera cogiendo fuego por las cuatro esquinas.
Concomitantemente, ese horroroso silencio nacional de las llamadas “fuerzas vivas” y su carnal de la supuesta “sociedad civil”, dejando hacer y pérfidamente, alentando en silencio un golpe de Estado, que, de ocurrir, hundiría a la nación en el más bestial de los retrocesos institucionales.
Y como si lo anterior fuera poco, vemos el estallido de una campaña política opositora a destiempo, en tanto desde el partido de gobierno y para no quedarse atrás, se inicia lo que podría terminar en una suerte de guerra de guerrillas interna entre oficialistas y que sería el más grave hecho de conspiración contra la institucionalidad que el PRM propiciaría. En tanto desde el empresariado comienzan a salir voces “aisladas” mostrando su decepción por lo que entienden políticas “sin rumbo ni objetivos”.
Si nos ponemos a observar con ojos críticos cuanto está pasando, se verá que los pocos que defendemos la institucionalidad, el respeto a los derechos civiles, la puntualización de derecho frente a un intento artero de haitianos hijos de indocumentados, queriendo revertir nuestras leyes para que y porque supuestamente nacieron en el territorio nacional se les otorgue automáticamente la nacionalidad dominicana, cuando nuestra Constitución precisa, que el hijo nacido aquí y de indocumentado, no es dominicano y solo puede ser registrado en el libro de extranjería para que con una copia dirigirse al consulado haitiano más cercano y obtener sin más, su acta de nacimiento como haitiano.
Pero, que ocurre?, que como en nuestra Cancillería, ninguna instancia que tenga que ver con esta situación de aclaración sobre haitianos hijos de indocumentados nacidos en tránsito en nuestro país, observamos una conspiración originada en organismos de la ONU en este país, cuyos burócratas son anti dominicanos y absolutamente pro haitianos y de lo que no nos explicamos por qué el presidente Abinader no ha demandado su expulsión inmediata del territorio nacional, mientras desde Haití y en Puerto Príncipe, su gobierno provisional agita pasiones y falsea documentos y apoyado por lo peor de su diáspora haitiana en EEUU, Canadá, Francia y Bélgica, subvenciona todo tipo de ataques y mentiras contra República Dominicana y en un peligroso alarde de atrevimiento y prepotencia, que obliga a que se entienda, que definitivamente, ya los dominicanos tenemos que tener muy presente que estamos en guerra asimétrica contra Haití.
Contra Abinader, es evidente que se han iniciado una serie de piquetes y protestas en Nueva York, que culminarán y ojalá estar mal informados, con una especie de piquete en el mismo Salón de la Asamblea General y al momento que el presidente hable mañana en tal escenario.
Cuando a quien escribe y para la década de los años setenta y siendo presidente de la delegación dominicana al primer Congreso Mundial de la Juventud (1970) se le hizo algo semejante y propiciado por el PRD y sus socios de la socialdemocracia europea, que quería a uno de los suyos imponerlo dentro de la delegación oficial dominicana, en ningún momento nos callamos al emitir nuestro discurso en el salón de la asamblea general y al contrario, rebatimos con dureza aquel intento artero, en aquel entonces del comunismo internacional y sus asociados criollos y planteamos el retiro de la delegación dominicana, si desde la presidencia del Congreso, el sueco Lars Thalen intentara imponernos un delegado apócrifo y sin calidad legal como parte de la misma (Hatuey Decamps) y lo que luego hicimos desde el espacio de los asientos de la delegación dominicana, mucho antes de que la Asamblea finalizara e impidiendo de ese modo su imposición.
Si a Abinader le ocurriera algo semejante, asumimos que su canciller, que en nuestra época era miembro del personal de protocolo de la Cancillería, sabrá recomendarle a Abinader que replique desde el pódium y directamente, la ofensiva y mucho más, si la misma delegación diplomática haitiana se sumara exigiendo el retiro de nuestro país del sillón que ocupa en el Consejo de Seguridad.
Nuestros caros lectores deben de entender, que se está ante un serio, abusivo como descalificado cuestionamiento y como no lo habíamos visto, al país latinoamericano con una democracia viva, fuerte y continua de 63 años y que, recalcamos, de suceder, el piquete, será también el testimonio vivo de los desgraciados adversarios políticos del presidente y quienes a como dé lugar quieren su derrocamiento.
Pero lamentablemente, aquí solo se está en chismes y desestabilización política y social y nadie está prestando la debida atención al grave problema de cuestionamiento de nuestra legitimidad institucional que ya se cierne y con grandes nubarrones sobre la República.
Esta columna de opinión independiente a todos los poderes públicos como privados y como ha sido su norma desde hace 52 años, por la que no somos amigos ni enemigos del poder o de los políticos y sí defensores a ultranza de la República y sus instituciones y sí sus críticos y en esa calidad, demandamos que la grave conspiración institucional, abierta y también de silencios que se gesta, sea la nación la que se pronuncie determinantemente, impidiendo que fuerzas políticas y sociales oscuras y tanto de aquí como desde el occidente de la isla traten de destruirla.
Abinader que se deje de ñeñé y se apriete los pantalones y si no puede, entonces que renuncie y de paso a un gobierno provisional de emergencia hasta terminar su periodo, y porque la República y para nada puede ser vista como si a ningún dominicano de responsabilidad y valer no le importara.
De este modo y ante tan ominosa perspectiva, solo decimos: El mundo se desangra. Europa y Medio Oriente al pie de la guerra y aquí un grupito de desorientados mediáticos queriendo tumbar a Abinader y sin ninguna voz institucional que llame a la cordura y el sentido común. Con Dios. (DAG) 24.09.2024
