En la medida que la reelección constitucional avanza, a Abinader le surge una oposición interna unida a vastos intereses económicos, en tanto la oposición dentro del PRM abruma y desde el exterior mucho más

0
195

Normalmente, cuando un presidente de la República en ejercicio hace su trabajo bien, la percepción generalizada siempre le acompañará hacia el derrotero que a ojos de muchos haga creíble la probabilidad de su reelección. Situación que no es solo potestativa del actual presidente de la República, sino que en mayor o menor medida han experimentado expresidentes como Hipólito Mejía, Leonel Fernández y Danilo Medina cuando llegaban a las puertas de una probable reelección.

Todo cambia, cuando se busca una segunda o tercera reelección mientras para la historia queda el fracaso reeleccionista de Mejía, que no pasó de un traumático primer periodo de gobierno.

Y si se le buscan ciertas coincidencias, se vera y nos referimos a Fernández y Medina, que las más disimiles acusaciones llovieron contra estos y la mayoría, ataques personales, que no lograron quitarle al público el “movimiento de ley” que la propaganda oficial arrojó y de cara a una primera reelección y con la sola excepción de Mejía, quien por relajar al poder y llevarse de encuentro al principal banco de desarrollo y este arrastrando otros bancos, conoció una derrota ciertamente humillante y como castigo de un electorado que nunca le aprobó su manera tan frívola y desordenada de gobierno.

Fernández y Medina llegaron a otras reelecciones y hasta que el primero estuvo en el poder por tres periodos y el segundo por dos y con la grave característica, de que en ambas situaciones, el entonces partido oficial quedó fracturado y luego dividido y todavía en la Oposición y nos referimos al PLD, aun se muestra dubitativo y para no decir dividido, mientras su alter ego del la FP lucha por sobresalir, pero a al precio de que el mismo PLD lo arrastre a otra fractura, que de tan grave, la FP pueda desaparecer y ser absorbida por el PLD.

Esta situación, en modo alguno tiene que ver- en la actualidad- con el actual partido oficial, el PRM y al que, en cambio, si le asoman perspectivas ominosas de divisionismo interno entre sus militantes y azuzados por los adversarios de todo presidente en ejercicio en materia del empresariado, sobre todo cuando los ricos burgueses entienden, que el gobierno de Abinader no les satisface en lo que consideran su “natural y legitima” cuota de privilegios.

De esta manera, parecería que, a un año de las elecciones de mayo de 2024, a Abinader se le está creando un muy peligroso grupo contestatario, mezcla de sector mediático y empresarios resentidos, al tiempo que muchos observan, cierta incomoda tendencia y de un Abinader, que consideran se está endiosando y protegido por un “dinámico” clan familiar.

Cierta o no la situación, resalta lo evidente, de que por más que el aparato de propaganda del régimen está actuando y marchando a marchas forzadas, poco que mucho, empieza a notarse un  nicho de oposición dura y desde sectores de la clase media y con ramificaciones directas dentro de la población y en particular dentro de los núcleos menos favorecidos económicamente y a la que si se le unen ciertos movimientos populistas “rebeldes” dentro de esas juventudes barriales en las ciudades y que favorecen los discolos teteos o aglomeraciones de jóvenes en desorden compartido, bien que podría creerse, que la parte de los ricos que adversan a Abinader y al gobierno, realmente le están creando o patrocinando una punta de oposición “de pueblo”, que en su momento pudiera resultarle a la reelección constitucional un  horroso desencuentro y con miras de hacerla fracasar súbitamente.

Si por ejemplo, POR EL OJO DE LA CERRADURA tuviera algún tipo de nexo con las autoridades y por prudencia, seríamos los primeros en sugerirle al presidente, que atienda con cuido y firmeza el flanco opositor duro que se le quiere presentar y teniendo de mascarón de proa a dos opositores internos tan decididos y como el que componen, el exsenador Ramón Alburquerque y el exconsultor jurídico presidencial, Guido Gómez Mazara y quienes realmente cuentan con un atisbo de subsector mediático dispuesto a ir por todas contra Abinader.

Lo que hay que decir y porque justamente de esto es que se trata, se quiere crear un grupo propagandístico anti-Abinader, cuyo único trabajo va dirigido a sembrar dudas entre los sectores de clase media que valoran en bien al presidente, al tiempo que han desatado una labor de manipulación y falsas verdades para que el mayor grueso de medios y periodistas y analistas que ahora son $leales$ al presidente, dejen de serlo y para que a marzo del año que viene, empezar a desarrollar una cadena continua de ataques políticos y hasta personales de todo tipo, que realmente lleven al socavamiento estructural del mismo gobierno. En el discurso recién de Leonel Fernández, algo de esto se deja ver

En esas andadas, los opositores clandestinos se acercan al expresidente Mejía y con miras de que sea lo menos favorable a Abinader y aprovechando ese sector, el interés del expresidente, de que su hija, que impuso como alcaldesa capitaleña, sea la que fuere como candidata vicepresidencial de Abinader o mucho mejor, si ese grupo de “amigos-enemigos” de Abinader, pudieran colarla como vicepresidenta de quien vaya como candidato presidencial del PRD, donde recientemente se vio a Mejía de “paño y manteles” con el presidente de ese partido, alter ego del PRM.

Paralelamente, todos estos opositores internos están “trabajando” “al sector de la izquierda radical en busca de dinero” y como se llaman entre ellos, para meterle una oposición rabiosa y radical al sector del PRM que apoya a Abinader, en tanto se trata de minar “la unidad de propósitos” de la mayoría de los miembros del gobierno plutócrata y quienes como ricos al amparo del poder, se les pudiera acosar y manipular y presentar con todas clases de imputaciones y señalamientos, que ante los ojos de la atrapada opinión pública, esta los vea como agazapados delincuentes desde el poder.

De paso y aquí nuestra preocupación es firme, en cuanto a que para nada y que sería un gran error táctico, el oficialismo pudiera ignorar los movimientos “periféricos” de los dueños de los medios, los llamados “barones mediáticos”, quienes como cuervos, siempre están dispuestos a darle el empujón final a aquel que entiendan le afecta sus intereses, sea este presidente de la República o candidato legislativo y municipal de importancia.

Naturalmente, ahora es que se están iniciando todos estos movimientos periféricos dirigidos a socavar la reelección presidencial constitucional  y que si fuéramos Abinader, aprovecharíamos el momento para dar el golpe primero y antes que sus adversarios tan empecinados le quieran acorralar y maniatar.

Lamentablemente, sabemos que los llamados “estrategas del PRM”, una mayoría de oportunistas de tomo y lomo, no son muy dados a atender consejos y menos de sectores, que como nosotros, somos absolutamente independientes a todos los poderes públicos y privados constituidos, pero y por nuestra experiencia de 51 años de ejercicio continuo en el análisis político, bien que deberían prestarle atención a este tipo de observaciones y las que nacen, de nuestra creencia en cuanto a que la nación no puede darse el lujo de convertirse en un estado fallido estructuralmente y menos, cuando el mismo Abinader y por su juventud, tiene todas las posibilidades de sacar al país hacia adelante.

De ahí que advirtamos, que en la medida que la reelección constitucional avanza, a Abinader le surge una oposición interna unida a vastos intereses económicos, en tanto la oposición dentro del PRM abruma y desde el exterior mucho más. (DAG)