Si bueno es que dentro del sistema político se den los casos de pesos y contrapesos y debido a lo cual, el papel de la oposición debe ser de vigilante y cuidador de que los del gobierno no cometan excesos de administración, no lo es menos, que plantear una especulación como si realmente fuera una política establecida, no parece que tenga que ser lo correcto, cuando con ello, lo que se provoca es una alarma innecesaria que evidentemente va dirigida a afectar determinadas políticas gubernamentales.
En este sentido, no creemos que sea deseable, que senadores opositores griten desaforados sobre una supuesta actitud gubernamental de transferencias presupuestarias con miras de lograr supuestos planes políticos y mucho menos, si de lo que se trata, es de un ataque porfiado con miras de que la población entienda que al gobierno hay que amarrarle sus brazos para que no haga nada y fundamentándose en el criterio, de que el gobierno, supuestamente quiere quitar recursos del presupuesto dirigidos a Educación para transferirlos a hipotéticos gastos de campaña electoral en materia de propaganda.
En consecuencia, que ahora la bancada peledeísta en el Senado exprese que no votará sobre la reforma de un presupuesto complementario, cuando por lo que se les escuchó, se trata de un supuesto especulativo y no de una realidad, que definitivamente haya que entender, que está visto que, en el Senado, el PLD no cuenta con las mentes más amuebladas para saber discernir sobre que es lo que le conviene o no a la República. (DAG)