¿Hay problemas con el dólar?

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En días recientes muchas personas han mostrado preocupación por el posible “fin del dólar” como moneda de referencia internacional, temiendo que sus ahorros e inversiones en dólares se vean afectadas. Ante estos miedos, algunos analistas e inversionistas han planteado la necesidad de priorizar las inversiones en reinmibi chino, pues China se va perfilando como la principal potencia económica mundial. Otros han mostrado preferencia por las cripto monedas, asumiendo que en el futuro todos estaremos usando estas monedas digitales.

No obstante, no hay razones para temer, primero porque al dólar le quedan décadas como principal moneda en el mundo, y segundo porque el valor de una moneda no está relacionado con su función en el mercado internacional. Sin lugar a duda, la economía estadounidense ha ido perdiendo preponderancia en la economía global, pues ha pasado de representar el 22% del Producto Interno Bruto mundial ajustado por poder de compra a inicios de los noventa, a apenas un 15% en la actualidad. Por el contrario, la economía de China ha pasado de 2% a 19% en dicho período, sobrepasando ya a la economía norteamericana, según datos del Fondo Monetario Internacional.

A pesar del relativo declive, el dólar continúa siendo la moneda favorita para las transacciones comerciales y financieras en todo el mundo. Según el Banco Internacional de Pagos, el 90% de las transacciones globales de monedas involucran al dólar estadounidense, en parte debido a que cerca del 50% del comercio internacional se realiza en dólares.

Asimismo, el Banco Internacional de Pagos muestra que el dólar es la moneda principal para las actividades financieras. El 64% de las reservas oficiales de los países está en dólares, mientras que más de la mitad de los préstamos y de las emisiones de títulos de deuda en todo el globo terráqueo (excluyendo Estados Unidos) están denominados en dólares. Un dato sorpresivo es que el 88% de la deuda en dólares en los distintos países no involucra a residentes norteamericanos. Es decir, que la gran mayoría de los préstamos de los bancos brasileños, chinos, franceses y dominicanos se realiza en dólares a pesar de no estar prestándole a empresas o residentes estadounidenses.

Por tanto, el mundo sigue prefiriendo el dólar para casi todo, y este hábito es muy difícil de cambiar aún en el mediano plazo. De hecho, la caída de la libra esterlina como moneda de referencia mundial en la primera mitad del siglo XX requirió dos guerras mundiales.

Por otro lado, en China hay muchas restricciones a los movimientos de capital. Por más de cuatro décadas el gobierno chino ha limitado la inversión de extranjeros en activos financieros y empresas del país asiático, y ha dificultado a los nacionales chinos hacer inversiones en el exterior, por lo que el reinmibi está lejos de convertirse en la moneda de referencia mundial, precisamente porque el gobierno limita mucho la entrada y salida de su moneda.

De todas formas, aún en el hipotético caso de que el dólar dejase de ser la principal moneda internacional, eso no implicaría que el dólar pierda valor ni que las inversiones en dólares dejen de ser seguras.

Un ejemplo es la misma libra esterlina de Reino Unido, que, a pesar de haber sido desplazada por el dólar estadounidense como moneda de referencia mundial, por décadas se ha mantenido “más alta” que el dólar. Y esto ocurre porque el valor de una moneda está más determinado por las tasas de interés que por la geopolítica.

Otro ejemplo sería el peso dominicano, el cual ha pasado de 58 pesos por dólar a inicios de 2021, a 54.5 pesos por dólar en días recientes, para una ganancia de valor de 6%. Esto no implica que el peso dominicano esté desplazando al dólar, sino que es el resultado de que en República Dominicana se aumentaron mucho las tasas de interés en estos dos años.

Otro dato curioso es que cuando en Estados Unidos hay problemas económicos, el dólar tiende a ganar valor, contrario a lo que ocurre en los demás países. A modo de ilustración, en la crisis financiera internacional de 2008 que tuvo como epicentro a Estados Unidos, el dólar estadounidense tuvo una apreciación de aproximadamente un 15% en comparación con una canasta de otras monedas.

En conclusión, a pesar de que Estados Unidos ha ido perdiendo preeminencia económica, el dólar sigue siendo la moneda favorita de todos, incluso de los mismos adversarios de los norteamericanos. Y si algún día no lo fuera, basta con un aumento de tasas de interés por parte de la Reserva Federal para que sea altamente rentable invertir en instrumentos financieros en dólares. Por consiguiente, por el momento, quienes tengan ahorros e inversiones en dólares, no tienen nada que temer. Por: Juan Ariel Jiménez [Listín Diario]