Olvidando que la independencia de un país solo se obtiene una sola vez y siempre de la metrópoli colonial dominante, la mayoría de los llamados “historiadores” dominicanos, le han hecho creer a la población y por generaciones, que el movimiento libertario ciudadano del 01 de diciembre de 1821 fue un asunto accidental y efímero y que la independencia nacional se obtuvo el 27 de febrero de 1844 al momento que el Movimiento La Trinitaria logró la separación del Estado Independiente de Haití Español (EIHE) de la República de Haití y con el nuevo nombre de República Dominicana.
La manipulada como interesada “confusión”, nació a partir de que, en enero de 1822, Haití, que era una potencia plantacionista y económica de origen francés, ocupó la parte oriental de la isla de la Hispaniola y por el temor de sus autoridades, de que la Francia napoleónica trata de ahogar su independencia ocurrida el 01 de enero de 1804 y con el presupuesto de que la potencia colonial quisiera volver a instaurar la esclavitud y la que los independentistas haitianos habían abolido.
Durante 22 años continuos, el EIHE fue administrado y ejercido su tutelaje legal y al mismo tiempo al amparo de Puerto Príncipe, en tanto que originarios de la parte Oriental de la isla, participaron en etapas distintas en el gobierno del país ocupante y algunos de ellos con representación legal parlamentaria extraterritorial, también adoptándose códigos y leyes del país ocupante.
Para el 27 de febrero de 1844 se concretó el movimiento libertario dominicano con el alzamiento de su población y desde diversas localidades de su territorio y teniendo la impronta del ideólogo de la separación, Juan Pablo Duarte y Diez y los demás miembros de la organización secreta La Trinitaria y en unión a destacadas personalidades del interior, como el jefe militar Pedro Santana y Familia.
Gracias al estallido y concreción de ese movimiento libertario separatista, que en el este del país se inició el 25 de febrero y en la capital culminó el 27, las fuerzas de ocupación haitianas fueron dominadas y desde la Puerta de la Misericordia, con el estallido del trabucazo del patricio Matías Ramón Mella y demás miembros del grupo de alzados, se concretó la consolidación del movimiento independentista de 1821 que había sido encabezado bajo la dirección del magistrado José Núñez de Cáceres y apoyado por los principales vecinos de la ciudad de Santo Domingo y naciendo de ese modo, el nuevo Estado como República Dominicana y con el mismo, la dominicanidad y la idiosincrasia dominicana adquirió plena adultez.
Lamentablemente, la mayoría de los “historiadores” dominicanos no quieren reconocer la verdadera fecha de la independencia y por lo que, de abusadores, la bautizaron como “efímera” y desde entonces al pueblo dominicano se le ha hecho creer lo que nunca ha sido, al adulterar la fecha real de la gesta independentista dominicana. (DAG-OJO)
