Moisés Alou lo definió como un hijo y Pablo Ozuna como una persona dinámica. Así se expresaron ambas figuras del béisbol profesional durante su paso por la funeraria Blandino donde fueron expuestos los restos de Julio Lugo.
“Todo el mundo sabe de la relación de Lugo con mi persona. Para mí era como un hijo. Él y (Octavio) Dotel eran mis muchachos en Houston. Siempre los aconsejaba y es muy duro para mí”, dijo Alou. Recordó el enfrentamiento entre los Astros y los Medias Rojas de Boston en el Estadio Quisqueya en marzo de 2000, partido en el que Julio Lugo, cuyo restos fueron sepultados ayer en el cementerio Jardín Memorial, conectó un cuadrangular, lo que marcó, a su juicio, el inicio de su carrera en las Grandes Ligas.
“Nos juntábamos todos los días. Tengo una relación estrecha con su esposa, con su mamá, su papá. Somos familia. En esto no es que un colega, un pelotero, ese era uno de los muchachos mío que me llaman todo el tiempo, que nos juntábamos todo el tiempo”, manifestó con pesar Moisés, quien fuera compañero en el equipo de Houston por dos temporadas (2000 y 2001).
En tanto, Ozuna señaló que Lugo fue siempre una persona alegre y eso se evidenciaba con las Estrellas durante las cuatro campañas (1999-2003) en las que participaron. “Uno siempre espera que las personas mayores mueran, pero cuando se trata de un joven y lleno de salud eso te afecta y duele mucho. Lugo siempre me calma porque yo era acelerado. Me decía ‘playa’ las cosas son así. Su muerte nos ha consternado a todos”, indicó Ozuna.
Estuvieron presentes también en la funeraria el inmortal de Cooperstown Vladimir Guerrero, quien señaló que una vez se enteró del deceso de Lugo, se quedó atónito. “No lo creía cuando me dijeron la noticia. Fue a través de Edwin Encarnación que me enteré de su muerte porque estamos en un chat un grupo de peloteros”, expresó Guerrero, con quien compartió camerino en las Estrellas con Julio en la campaña 2001-2002.
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Fuente: El Caribe
