La alerta de Harari y la mía

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El renombrado historiador y filósofo Yuval Noah Harari ha abordado la creciente influencia de la inteligencia artificial (IA) en la sociedad y cómo esta puede poner en peligro nuestra capacidad para mantener conversaciones significativas y la democracia en sí. Harari destaca el dominio del lenguaje por parte de las IA y su potencial para manipular y generar contenido en palabras, sonidos e imágenes, afectando elecciones, cultos y debates públicos.

Un tipo de IA podría establecer relaciones cercanas con las personas para modificar sus opiniones y visiones del mundo. Un bot con inteligencia artificial puede tener instrucciones específicas para extraer datos de los individuos con quienes interactúe y ser utilizada por actores malintencionados para influir en nuestras opiniones políticas y sociales.

El presidente Luis Abinader Corona anunció que la República Dominicana implementará una Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial para mejorar la interoperabilidad entre diversas entidades y aumentar la eficiencia y productividad. La iniciativa busca fomentar la innovación y la adopción tecnológica, involucrando a diferentes actores y organizaciones en el proceso de co-creación y promoviendo la transformación digital en el país.

La gran pregunta es, ¿cuál es el objetivo específico de las autoridades con la habilitación de la Inteligencia Artificial? La búsqueda de estos objetivos podría resultar en la adopción de tecnologías de IA sin considerar plenamente sus implicaciones éticas, sociales y políticas. La UNESCO publicó una recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial en 2021, que podría ser una hoja de ruta para los actores y organizaciones involucrados.

La posibilidad de que la cultura creada por la IA desplace a la cultura humana es lo que pone en alerta a Harari, enfatizando la necesidad de regular y controlar la IA para evitar efectos negativos en la sociedad. Debemos prestar atención a la salud mental en estos días postpandemia, ya que a medida que los modelos de IA se vuelven más sofisticados y omnipresentes, podrían reemplazar o disminuir las interacciones humanas reales, lo que a su vez puede afectar nuestra salud mental.

Es fundamental consolidar un fomento al apoyo a los servicios de salud mental en nuestro país, promover una mayor interacción humana y establecer límites éticos en el uso de tecnologías de IA en nuestras vidas cotidianas. Mejorar la inteligencia humana debe ser el objetivo de nuestra sociedad. Por: Arturo López Valerio [Listín Diario]