Los representantes de los distintos partidos políticos opositores que conforman al Congreso Nacional están perdiendo fuerza en el proceso de discusión y conocimiento del proyecto de reforma constitucional propuesto por el presidente Luis Abinader.
Desde el pasado jueves, última reunión que realizó la comisión bicameral integrada para el estudio de los puntos del particular, los congresistas del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y la Fuerza del Pueblo (FP) continúan un veto a la modificación que persigue alcanzar el Poder Ejecutivo a la Carta Magna.
En esa mesa de trabajo, congresistas de ambos sectores políticos lamentaron la forma aplicada por el Partido Revolucionario Moderno (PRM) para apresurar la aprobación de la pieza en el Senado de la República y la Cámara de Diputados, quienes, según aseguran los opositores, se han convertido en “ciegos y sordos”.
El vocero de la bancada del PLD en la cámara baja, Gustavo Sánchez, aseguró que el PRM se está posicionando en “un partido único” que no escucha a las demás organizaciones políticas.
Asimismo, el diputado Danilo Díaz lamentó que no fuera acogida la propuesta realizada por el PLD, FP y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) de desarrollar un referendo para garantizar la validación de la sociedad. Con las declaraciones de los legisladores del PLD también coincidió el diputado Tobías Crespo, de la FP.
Luego de esto, la comisión especial presidida por el senador Pedro Catrain culminó sus trabajos y rindió un informe favorable en la sesión extraordinaria celebrada el pasado viernes, donde el proyecto que declara la necesidad de una reforma constitucional fue declarado de urgencia y aprobado en dos lecturas consecutivas.
La pieza ahora pasa a la Cámara de Diputados, donde se espera un final similar. Entonces la discusión se trasladará a la Asamblea Nacional Revisora conformada por los congresistas de ambas cámaras legislativas.
En esa sesión extraordinaria del Senado, donde se aprobó el proyecto en dos lecturas, quedó de manifiesto la debilidad opositora: con la presencia en el hemiciclo de 28 senadores que tiene el PRM para la oposición fue imposible impedir su aprobación.
Una reforma constitucional “validada” por la sociedad
La FP, único en la lista de partidos contrarios al PRM en tener representación en la Cámara Alta con tres senadores, no emitió ninguna opinión al momento de ser aprobada la pieza.
El senador de La Romana, Eduardo Espiritusanto, y el de San Juan, Félix Bautista, únicamente votaron en contra del proyecto, dejando a un lado la posibilidad de tomar un turno a la palabra para manifestar sus opiniones divergentes.
Mientras que el vocero del partido verde, senador Omar Fernández, presentó una excusa por no acudir a la sesión.
En tanto, los diputados del PLD, quienes no tienen representación en el Senado, enviaron un informe disidente a través de la comisión destacando diversas razones que mostraban, de acuerdo con su visión, la ilegitimidad e inviabilidad de la propuesta de reforma.
En medio de ese panorama, el senador de La Vega, Rogelio Genao, y el legislador de la provincia Hato Mayor, Cristóbal Venerado, fueron los únicos en levantar la mano para ejercer su derecho a la palabra, oportunidad que aprovecharon para apoyar y señalar los beneficios que entienden permitirá la iniciativa del presidente Abinader.
Específicamente, Genao aseguró que este caso de reforma es único, teniendo en cuenta que es la primera ocasión que un presidente inicia un proceso para “autolimitarse y desprenderse del poder”.
Por igual, el dirigente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) dijo estar convencido que esta transformación de la Carta Magna dictará un nuevo sistema de candado para garantizar a lo largo de los años la permeancia de la democracia en la Constitución.
Rumbo a la Cámara de Diputados
En los próximos días, los 190 congresistas que tiene la Cámara de Diputados deberán decidir si el objeto del proyecto que declara la necesidad de una reforma constitucional tiene que ser aprobado o, en su defecto, ser modificado.
Sin embargo, la situación no cambia de manera radical para la oposición, ya que el PRM y los partidos aliados tienen 146 de los 190 diputados para acoger el documento del primer mandatario.
En caso de ser aprobado de manera definitiva en el órgano constitucional, el presidente del Senado tendrá un plazo de 15 días para convocar a la Asamblea Nacional Revisora con el objetivo de conocer el proyecto, según lo establece el artículo 270 de la Constitución sobre la convocatoria de la Asamblea Nacional Revisora. (OJO-LD-av)