Mientras y por demagogia, la partidocracia adoptó el dudoso esquema cuasi legal, de la representación legislativa de los inmigrantes en el exterior, la mayoría extranjeros de origen dominicano. Dejó a un lado lo más importante luego de unas elecciones: La garantía de la existencia opositora y desde el aspecto de la representación congresional del ciudadano que haya sido candidato presidencial opositor y del otro que haya ido como candidato a la vicepresidencia de la República y a quienes de pleno derecho y por ser la expresión de la legitimidad plena de la intención del voto, deberían ocupar una curul en el Senado de la República y el otro en la Cámara de Diputados.
Tal falta de representación legal y legitima a nivel presidencial y de lo que debe ser la auténtica representación popular, junto con quienes ganaron las candidaturas, presidencial y vicepresidencial oficial y estos últimos, de suyo ejerciendo el Poder Ejecutivo, debe ser una situación a corregir antes de las elecciones del 2024 y para que, de esa manera, la libertad de elección y la de escogencia del voto ciudadano, se encuentren debidamente representadas y automáticamente por la cantidad de votos obtenidos, deberán de ser y sin discusión, el presidente del Senado y el presidente de Diputados por los cuatro años del periodo eleccionario. A ver si los legisladores realizan la enmienda constitucional al respecto. [DAG-Ojo]
