En una votación sin precedentes, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidía por mayoría suspender a Rusia este jueves y expulsarla del Consejo de Derechos Humanos por las “violaciones y abusos graves y sistemáticos de los derechos humanos” por parte de las fuerzas militares rusas en Ucrania.
La medida, aprobada por la Asamblea General con 93 votos a favor, 24 en contra y 58 abstenciones, se hacía realidad días después de que la embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, expresara su deseo de llevar a cabo la expulsión de Rusia del emblemático Consejo de Derechos Humanos de la ONU por sus acciones criminales en la guerra de Ucrania, especialmente las recientes atrocidades cometidas en Bucha.
El texto de la resolución aprobada resalta la “grave preocupación por la actual crisis humanitaria y de derechos humanos en Ucrania”, particularmente a raíz de los informes presentados tras los últimos acontecimientos de Bucha. “Es importante decirle a Rusia que no vamos a permitir que siga actuando con tanta impunidad y fingiendo que respeta los derechos humanos”, declaró Thomas-Greenfield al explicar la medida anunciada este jueves desde la sede de la ONU en Nueva York.
Decisión que Estados Unidos tomaba en coordinación con el resto de sus socios y aliados, apenas unas horas después de poner en marcha nuevas sanciones económicas contra Rusia. Las élites rusas y sus familiares, como las dos hijas de Putin, dos de los bancos principales, el sector privado y las inversiones extranjeras, entre otras represalias que ponen al Kremlin entre las cuerdas de su liderazgo económico mundial.
China, Bolivia, Cuba, Nicaragua, Kazajistán, Uzbekistán, Eritrea, Etiopía, Zimbabwe decidían votar en contra del veto a Rusia liderado por Estados Unidos, mientras que México, El Salvador y Brasil, entre otros, decidían abstenerse. Rusia había advertido con anterioridad que esta simbólica expulsión, con los votos de los países miembros en la Asamblea General a favor de vetarle del Consejo de Derechos Humanos, sería entendido como un “gesto hostil” con consecuencias para las relaciones bilaterales.
Para que el veto sea efectivo y suspenda a un país del Consejo, se necesitan al menos dos tercios del total (sin contar con las abstenciones). Se trata de la tercera resolución impulsada por la Asamblea General contra Rusia en poco más de un mes, desde que dio comienzo la guerra el pasado 24 de febrero. Las dos anteriores, calificadas de “históricas”, no fueron vinculantes pero alcanzaron la mayoría de 140 y 141 votos de la Cámara, respectivamente.
Antes que Rusia, Libia fue suspendida en 2011 por la violencia perpetrada contra manifestantes por parte de las fuerzas de seguridad, leales por aquel entonces al líder Muamar Gadafi.
“Los criminales de guerra no tienen cabida en las instituciones de la ONU, destinadas a proteger los derechos humanos”, reaccionó tras la votación el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania. “Agradecido a los Estados miembro que dieron su apoyo a la resolución y escogieron el lado correcto de la Historia”, añadió Dimitro Kuleba.
Durante su comparencia virtual ante las Naciones Unidas este martes, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acusó a Rusia de estar cometiendo “los crímenes de guerra más terribles de todos los tiempos” y reprochó al organismo internacional su escasa determinación para poner fin a las atrocidades rusas.
Zelenski cree que las tropas rusas están cambiando de táctica para abordar la resistencia ucraniana y evitar las acusaciones de abusos contra civiles, “intentando sacar a los muertos de las calles y sótanos del territorio ocupado” para no dejar rastro de las atrocidades cometidas a su paso.
EEUU y la OTAN, mientras tanto, decidían suministrar cerca de 60.000 armas anti-tanque y otras 25.000 anti-aéreas a Ucrania, tal y como confirmaba el jefe del Estado Mayor estadounidense, el general Mark Milley. “La fuerza aérea rusa no ha logrado superioridad por los equipos que hemos proveído”.
Estados Unidos cree que Ucrania puede ganarle la guerra a Rusia. Así lo puso de manifiesto el portavoz del Pentágono, John Kirby, al asegurar que el presidente ruso, Vladimír Putin, no ha logrado alcanzar sus objetivos militares en más de 40 días de invasión contra su país vecino.
La expulsión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos no logra el apoyo de los países más poblados del mundo
- Ninguna de las 10 naciones demográficamente más importantes, salvo Estados Unidos, ha votado a favor. En general, Asia y los mayores países africanos tampoco han dado el sí a la propuesta. Por: VANESSA JAKLITSCH. [La Razón]