Se creía que la mala práctica había sido dejada de lado, pero la presidencia de Claro ha entendido que sus empleados perseguidores y busca clientes a la brava, deben y tienen que perseguir a los clientes de la firma y sin importarles violentar derechos y violar su privacidad.
Existen pruebas documentales, de toda una semana imponiendo necias llamadas ofreciendo servicios de siete por día y todos los días e incluidos los no laborables y las que con todo que los clientes les exigen que cesen, Claro no hace caso y arrecia el abuso como dueño del mercado.
Es hora de que en INDOTEL exijan que se respete a los clientes, que no se les persiga y tampoco se les acose y mucho menos, que se les moleste e interrumpan sus actividades. (DAG-OJO)