Ha llegado el tiempo de que definitivamente a los ocho políticos corruptos haitianos que los dos países norteamericanos les han impuesto severas sanciones y quienes aquí han estado acostumbrados a andar como Pedro por su casa, se les restrinja el acceso y se les secuestren sus propiedades y hasta que un juez sentencie su expropiación. República Dominicana debe hacer un acuerdo con EEUU y Canadá para perseguir y prohibir la entrada de politicos corruptos haitianos.
No puede ser, que el Estado Dominicano continue siendo cómplice de hecho de estos corruptos haitianos que le han robado y saqueado a su pueblo. El expresidente Martelly debería de ser el primero en ser perseguido y confiscarle su lujoso pent-house y demás propiedades e incluidos los paquetes accionarios en compañías dominicanas.
Esa es una riqueza por sangre y como tal debe ser castigada, aparte de que, frente al pueblo haitiano, se vería a este país con otro tipo de cara menos inamistosa. ¡A por ellos! (DAG-OJO)
