Llamado de esta mañana de movilización general en Rusia es el primer indicador del giro que está tomando la guerra de exterminio contra Rusia y por Occidente

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Independientemente de que en toda guerra y según su desarrollo, las muertes de bando y bando nunca dejan de crecer, no lo es menos, que cuando uno de estos decide accionar públicamente un llamado a movilización general y como anteriormente se había adelantado su rival, pero no tan notoriamente, que el resto de las naciones deberían de empezar -sus lideres y estrategas- por revisar sus políticas y muy particularmente, entender y si hay una escalada general, cual será la situación que confrontará cada país.

Y lo que hay que puntualizar, dado que si la guerra Rusia-Ucrania y como teatro de operaciones abierto, comienza a dar serias connotaciones de agravamiento entre los dos países en pugna y al mismo tiempo, se asume que la situación debe dar un giro peor, si se toma en cuenta la toma de posición de EEUU, Reino Unido y la UE, no ya en su variable de guerra económica de extinción contra Rusia y sí como proveedores de armas de guerra a gran escala a Ucrania y para que la guerra continue, que definitivamente y lo racional sea, que nadie pudiera albergar algún tipo de optimismo sobre la situación creada.

Realmente y si hacemos historia, no se pueden olvidar los siguientes y graves antecedentes: La invasión rusa a Crimea en febrero de 2014 que terminó exitosamente con la anexión a Rusia de la península y la respuesta de Occidente, generando el golpe de Estado que destituyó al presidente prorruso, Viktor Yanukóvich y el apoderamiento (anexionismo de hecho de Ucrania) por parte de EEUU.

En consecuencia, si estos hechos se analizan dentro de una perspectiva juiciosa y lo más fría posible, habría que concluir, con que el siguiente movimiento generado por Rusia, precisamente en el mismo día y mes del 2014 de los sucesos en Crimea, ahora 28 de febrero de 2022, de invadir pura y simplemente a Ucrania, se verá, que geopolíticamente, también todo se inició con la firma del Memorándum de Budapest que habían firmado Rusia, EE.UU. y Reino Unido en 1994 y con la finalidad de “limitar la capacidad de acción del Estado ruso sobre el territorio ucraniano a cambio de su desnuclearización” y que evidentemente, fracasó también por otro hecho fundamental, cuando la OTAN inició en 2004 su expansión hacia los antiguos territorios de la URSS al darse el ingreso de Polonia, Hungría y República Checa.

Por lo tanto, proseguir alentando fechas y para que cada bando trate de justificarse y la OTAN no quedar como la mala de la situación, lo que vemos, es que, a estas alturas, parecería que en el Kremlin están decididos a prepararse en extremo y por si las circunstancias llegaran a presentarse, que Rusia tuviera que apelar a todos sus armamentos, no solo los convencionales y los otros espaciales sino también los nucleares.

De nuestra parte y de acuerdo con los intereses dominicanos, debería entenderse, que al estar República Dominicana en el centro del Mar Caribe y conociéndose que la principal base de EEUU, el Comando Sur, se encuentra en La Florida (no menos de dos mil kilómetros de este país) y al mismo tiempo y por lo menos dos bases en Puerto Rico, una en Cuba y siete bases militares estadounidenses que prácticamente dominan sus otros lados y desde Centroamérica y también Colombia, que se entienda, que en el caso de que la guerra se amplíe a otras partes del planeta, República Dominicana se encontraría en lo más parecido a ser parte de los territorios en conflicto fuera de Europa y que si le añadimos los tres submarinos estadounidenses atómicos que operan días enteros cerca de sus aguas territoriales, no hay forma de evitar un desenlace grave para nuestra nación, si lo más parecido a la Tercera Guerra Mundial estallara de improviso.

¿Qué haría entonces el gobierno dominicano y teniendo y como hasta ahora se avizora, de una amenaza haitiana de sublevación general contra el estado de derecho y la disolución total del estado haitiano, que amenazan directamente a la seguridad de esta nación?

Sin duda una situación realmente preocupante por lo desproporcionada y también porque con tales escenarios a su horizonte, el presidente Luis Abinader se vería obligado a suspender los derechos constitucionales e imponer una política de estado de sitio, que utilizando a su vez un toque de queda prolongado, le pudiera permitir y sobre la marcha, desarrollar una cierta política de riesgo para auto preservarse e igual a la nación.

Pero hay más ¿y si por semejante situación, la clase gobernante se espanta y dado que en el escenario que apuntamos, no hay espacio para escapar al exterior y donde los ricos de este país tienen sus dineros depositados en bancos de EEUU y Europa, no sería probable que la gobernabilidad se resquebrajara a un punto tal, que el mismo gobierno pudiera estar en la cuerda floja y se quiera imponer una autoridad militar que fuera cónsona con los movimientos militaristas de guerra de EEUU en el área?

Desde luego, no estamos diciendo que los probables hechos y situaciones que describimos pudieran ocurrir, pero es evidente, que en el gobierno nacional debe existir el suficiente ánimo de mente abierta para sondear todas las posibilidades y tratar de ver como esta nación podría manejarse y hasta sobrevivir si la escalada de guerra llegara a límites de no retorno.

Mientras tanto, sería útil que los mass media dominicanos y sus periodistas y propagandistas e igual sus difamadores profesionales en las redes sociales, tomaran nota de los acontecimientos bélicos que están ocurriendo a diez mil kilómetros de nuestras costas, pero a un clic en internet y a un botón de una explosión nuclear y empiecen desde ya a elaborar o elucubrar respecto a lo que pudieran hacer para que la República y sus ciudadanos pudieran preservarse.

Al mismo tiempo, en el gobierno debería de existir algún tipo de comité de dirección o timón, que formado por cientistas sociales y estrategas de mentalidad geopolítica, contribuyeran a que la Administración pudiera tener planes de emergencia frente a acontecimientos que aquí no se manejan, pero que, de darse, nos colocarían y si no estamos preparados, entre la destrucción, la muerte y la desesperanza. De ahí que también observemos, que el llamado de esta mañana de movilización general en Rusia es el primer indicador del giro que está tomando la guerra de exterminio contra Rusia y por Occidente. (DAG)