Quienes conocemos “el método” perredeísta para afianzarse dentro de un mecanismo de propaganda apabullante, por nada del mundo podríamos estar sorprendidos ante el tremendo despliegue propagandístico que el gobierno del PRM que preside Luis Abinader, despliega y con miras de evitar que nada se le pudiera salir de control. En este aspecto, lo primero que se destaca, es que al presidente se le mantiene en una burbuja en la que solo los ricos tienen acceso y lo que se vio ayer en su última visita de trabajo a Punta Cana, donde una inversión privada fue presentada como si fuera autoria gubernamental. Aquello fue aparatoso y alucinante y en el criterio de muchos, representó un tremendo gasto y despilfarro de recursos, al tiempo que se observó la continuidad del grave culto hacia la personalidad del primer mandatario y el empuje avasallante de medios y periodistas “amigos”, a favor de su reelección. (DAG)