Tres son los graves temas que ocupan a la fecha el interés de la atrapada opinión pública y en la que el morbo y la maldad se descubren con una ciega actitud de odio y venganza que realmente espanta.
Uno. El terrible endeudamiento externo generalizado propiciado por el gobierno y en función de “deberle obediencia” al Consejo Nacional de Competitividad
Dos. La persecución casi demoniaca contra un comunicador responsable de su propio canal en You Tube donde ejerce su derecho ciudadano a la libre expresión y así como otros que actúan con igual y valiente determinación.
Tres. Empecinamiento absurdo y demencial de una comisión de diputados negada a aceptar opiniones discrepantes en lo relativo a la pretensión de una ley que condicione la presencia de candidaturas independientes a los de los partidos.
Y por encima de esos tres parámetros, el evidente quehacer de las grandes fortunas nacionales y en maridaje con el Poder Ejecutivo, para imponer una ley mordaza que obligue a los medios tradicionales y en mayor medida a los emergentes en internet y estos en las redes sociales y como mecanismo represivo de freno, para que los ciudadanos no ejerzan su derecho a la libre expresión, sustentando su derecho natural y constitucional a disentir de políticas y decisiones de otros en materia económica-financieras y gubernamentales.
En cierta forma y para que se entienda, la partidocracia como un todo entiende sus 64 años de dictadura de hecho, amenazada ahora por la explosión de opinión libre y de una juventud, que habiendo nacido y arrancado en el 2007 y ahora de 18 años, lucha a brazo partido en procura de que quienes como políticos, empresarios y gobernantes han castrado al país en los últimos 64 años imponiendo una dictadura disfrazada de democracia y con el único propósito de que tres generaciones de dominicanos nacidos a partir de 2007, es decir, ciudadanos que oscilan entre 18 y 54 años, no puedan creerse que porque el mundo cambió radicalmente en materia de comunicación y opinión libre, los sectores mediáticos que tienen secuestrada a esta nación, van a dejarles que actúen a su libre albedrío y sin su control.
Precisamente porque quienes son dueños del dinero y particularmente los 48 ejecutivos mega millonarios dominando desde Competitividad y quienes ahora y como atípicos funcionarios públicos y recuérdese, que como tales se les puede demandar y hasta asociar a malas prácticas de enriquecimiento ilícito en función de las posiciones que cada uno tiene en el llamado Consejo Nacional de Competitividad y en base a la ley 1-06 y el decreto posterior que designa a sus miembros, el 389-17, quienes escandalizados por la libertad que raya en la anarquía en ciertas áreas de las redes sociales, toda esa que destruyó al completo el terrible ejercicio de censura institucionalizada en todos los medios tradicionales, que no menos de diez miembros de ese Consejo, a su vez dueños del 95 por ciento de los medios tradicionales, pudieron ejercer e imponer hasta el 2010.
A esos diez propietarios de medios que no aceptan la libre opinión sin censura y porque se les ha destruido su esquema de ejercer un comercio monopólico dentro de un mercado atrapado, que les facilitaba las cosas para que nada que no fuera lo que ellos quisieran trascendiera a la atrapada opinión pública y de ese modo pudieran y con apoyo oficial, ejercer un enriquecimiento desproporcionado y teniendo como capital de trabajo los impuestos de los contribuyentes y también los ahorros de los trabajadores en los fondos de pensiones y al extremo, de haber convertido a toda una mano de obra de cerca de tres millones de trabajadores y empleados privados, en una esclava y tanto, que hasta por ley, los trabajadores, que son los dueños de los fondos de pensiones no tienen derecho a que pudieran retirar sus recursos financieros cuando les plazca.
Por semejante entronque monopólico entronizado por los gobiernos del PRD y PLD y ahora fortalecido por el PRM, los dominicanos vivimos dentro de un esquema de supuesta democracia, pero totalitaria y extremadamente represiva, que justamente, es el factor que le ha permitido al presidente Luis Abinader y desde que llegó al poder en el 2020, imponer una colosal carrera de endeudamiento externo por mas de 70 mil millones de dólares y al grado, de que cinco años después, el gobierno no da explicaciones de cuál ha sido su destino y mucho menos demuestra, qué obras de infraestructura debió de haber realizado. Salvo lo extraordinario de haber gastado más de 100 mil millones de pesos en propaganda y publicidad gubernamental, significando al mismo tiempo, el mantenimiento de la “lealtad” de los medios tradicionales y periodistas y comunicadores que han pasado a propagandistas y hasta imponiendo un grosero culto a la personalidad presidencial.
Ya mismo, todo ese poder en conjunto y conformando una poderosa joint venture público-privada con su propuesta de ley mordaza ha comenzado a reprimir a cuanto medio en las redes sociales, comunicadores, periodistas y productores a que no continúen “difamando e injuriando” al mejor postor y dándose ahora la lamentable circunstancia, de comunicadores lenguas viperinas que han desatado una de ataques personales en la mejor muestra de pura rastrería y para que el poder tenga entonces el pretexto de imponer su ley mordaza, que como hemos dicho, va dirigida a borrar la memoria histórica del periodismo y la comunicación e imponerle realmente una mordaza a todo aquel periodista o comunicador independiente a los poderes públicos y privados que tenga un medio de comunicación propio.
Se ha tomado de pretexto la recia personalidad de la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, una mujer macho como pocas y que sabe no barajar pleitos, que sintiéndose ofendida por una serie de imputaciones y agravios personales que no tienen nada que ver con su vida publica como funcionaria, de improviso explotó en las redes y de boca de varios deslenguados de ambos sexos y casi todos, no periodistas de ejercicio profesional, pero sí secretos colaboradores del poder.
En base “al dolor en su honor” que la funcionaria ha experimentado, motorizó su reacción judicial y dicho sea de paso y esto hay que destacarlo, en claro reconocimiento de que para difamaciones e injurias es más que suficiente el ordenamiento legal del articulo 49 de la Constitución, la ley sobre delitos electrónicos y la de expresión y difusión del pensamiento y nunca ninguna mordaza.
Con el accionar de la ministra, estallaron odios personales llenos de envidia hacia determinados comunicadores y es específicamente contra el detective Angel Martínez, un envejeciente de edad y diabético contra quien el oficialismo ha manejado más de veinte demandas por “difamación e injuria” y ahora agregándole la de supuesta extorsión y en un jaleo tan terrible para una persona de esa situación de salud, que ayer todos los noticieros destacaron el momento, de que por un bajón de azúcar y llevado por policías en el Palacio de Justicia de Santiago y sin que ningún médico le auxiliara, se desmayó de golpe y al bajar atropelladamente una escalera.
La cacería que el poder está llevando a cabo en contra de ese comunicador, es la muestra terrible de hasta donde el poder quiere dar una lección a todo el periodismo “rebelde”, de lo que le pudiera pasar a cualquier otro comunicador contestatario y por lo que vehementemente protestamos por trato tan desconsiderado y vejatorio y alertamos a las redes sociales a que se mantengan alertas y en pie de lucha.
Así se tiene, que si todo lo anterior no fuera suficiente para retratar el terrible escenario de violencia desde el poder contra los ciudadanos que ejerzan el derecho a su libre expresión, el lunes y en todos los televisores y estaciones radiales se vio y se escuchó como la comisión de diputados que había convocado a unas vistas públicas “para que los ciudadanos expusieran sus opiniones sobre el proyecto de ley” que impida las candidaturas independientes a las de los partidos políticos y que estableció el Tribunal Constitucional, se fue testigo del como esos diputados, prácticamente impidieron que los ciudadanos que allí estaban pudieran hablar libremente y tanto, que solo faltó que un diputado hijo de un general, ordenara el desalojo de los presentes o en su enojo les cayera a fuetazos y por supuesto, si estos se hubiesen dejado.
Tenemos entonces y solo en base a los tres aspectos que hemos mencionados y las “coloridas” muestras de ataque a la libre expresión, haya que entender que el poder está dispuesto a todo y con tal de sellar su dictadura de 64 años y ya con aspectos tiránicos y naturalmente, lo que podría lograr si la nación no enfrentara semejante proceso de destrucción de las libertades públicas y por las vías que sean necesarias se enfrenta al poder desquiciado y corrupto que entiende que la nación es solo suya.
Es por todo lo anterior que decimos, que lo peor de los medios tradicionales y los de las redes e incluidos periodistas y comunicadores, explota como pura pus y dejando ver lo más negro de las almas de esos dominicanos. Crueldad sin límites. Con Dios. (DAG)12.06.2025
