Normalmente, cuando el gobernante de que se trate viajaba al exterior por razones privadas y hablamos de los tiempos de la Guerra Fría y cuando en este país “la sangrienta dictadura balaguerista” (1966-1978) respetaba tan cuidadosamente la libertad de prensa, que no solo habían periódicos abiertamente contestatarios, sino que los informativos radiales conspiraban de continuo con sus emisiones “informativas” de puro corte sedicioso y conspirativo, que periodistas y directores de medios, se cuidaban y si asistían a la actividad presidencial, por pagarse ellos mismos y sus medios, sus desplazamientos al exterior.
Ahora no es así, los medios de prensa y periodistas dominicanos o que se dicen dominicanos, poco les importa que los gobiernos les paguen ese tipo de viajes e incluido hospedaje en clase ejecutiva, como también comidas y si es necesario, junto con sus pasajes reciben una “dieta” y generosa para cubrir la estadía.
¿Por qué se ha llegado a semejante desvergüenza tan extrema moralmente?, porque la desfachatez, la amoralidad y ser farsante de opinión, son los parámetros en los que en líneas generales funciona ese periodismo prostituido que tan descaradamente se dice “independiente” y cuando en verdad, es un solícito amanuense del poder, así como servil a sus empleadores.
Estamos hablando, de un viaje “privado” que se inventó el presidente Luis Abinader, por medio del cual y al ir a la ciudad de Washington, D.C en EEUU, recibiría un reconocimiento de ser algo así como el presidente supuestamente “mejor valorado del Continente” y que otorgado por un conglomerado de inversionistas del ramo eléctrico y asociados a una organización no gubernamental que se encarga de blanquear sus comportamientos empresariales y financieros, se le otorgaría en el emblemático edificio de una organización panamericana allí y sin duda, para hacer creer que se trataba de un homenaje avalado por la organización dueña del edificio sede de la actividad y que en tiempos de campaña electoral, bien que podría ser provechoso en materia de imagen presidencial.
Desde luego, que el político quiera darse ese gusto y en un país en el que la corrupción política pasa de emblemática, es una cosa, pero que en el gobierno se crea que tomarían de tontos a los ciudadanos, ciertamente que sería otra y justo por ello las críticas que se han vertido desde todos lados fuera de los medios de la prensa mercancía como de los otros pertenecientes a la otra corporativa y manejada dictatorialmente por los barones mediáticos dueños de la concentración de medios en pocas manos, en donde esas criticas han sido ácidas y realmente demoledoras, sobre todo en las redes sociales y sus lupanares mediáticos y en sentido amplio.
Lo que llama la atención, es, que, si nos ponemos a analizar a los doce del patíbulo mediático que concurrieron invitados por Abinader, prácticamente todos, son los medios tradicionales y electrónicos en los que el gobierno y su PRM y hasta ahora, ha publicado 23 “encuestas de opinión” favorables a la reelección presidencial y por lo tanto, abiertamente se muestran como ejecutivos periodísticos totalmente parcializados con el gobierno reeleccionista.
Por supuesto, también todos ellos y como ciudadanos, les asiste el derecho de mostrar sus preferencias electorales, pero como periodistas en ejercicio, lo menos que debieron hacer y para no herir susceptibilidades, fue y de minimo dar apariencias de “independientes”, sufragando por sí mismos y sus medios, los gastos en que incurrieron.
Sin embargo, cuando se observa o se conoce, que los medios que dirigen los doce del patíbulo mediático, estos tienen presupuestos de publicidad oficial entre los 25 y 300 millones de pesos por cabeza y que los barones que los manillan tienen contratos oficiales de obras y servicios y por un conjunto de casi mil millones de pesos, es poco lo que puede dejarse a la imaginación y para no pensar que el grueso de la prensa dominicana se encuentra y no solo vendida al poder, sino abiertamente comprometida con la reelección presidencial constitucional.
Y si esto es así, ¿pueden esperar ciudadanos, fuerzas vivas, sociedad, pueblo y políticos opositores, que los resultados de las elecciones del domingo 19 serán limpios, diáfanos y puros en materia de libertad de escogencia de los electores y voluntad ciudadana absolutamente libre?
La respuesta es determinante: absolutamente no. Pero ¿significará esto, que los ciudadanos deberíamos dejar de ir a las urnas y porque como ya se conoce, el gobierno y su prensa, que están manipulando y distorsionándolo todo, quieren vender la idea de que Abinader y el PRM ya ganaron las elecciones? Desde luego que no, la nación debe responder ante tanta osadía y violación de derechos, concurriendo a las urnas llueve, truene o ventee o tiemble la tierra y porque la libérrima voluntad popular hay que imponerla y que ganen los candidatos que mejor supieron ganarse la confianza y voluntad de los ciudadanos electores.
Naturalmente, los peligros en materia de que el poder se quiera robar los resultados de los comicios, estos siempre acechan. Por ejemplo, hoy, un comunicador “independiente” y que lo ha sido siempre desde el año dos mil a la fecha, anunció con el mayor desparpajo, que se irá a apoyar la reelección y que según sus críticos, “ha sido por 120 millones de pesos que el gobierno le dio para un proyecto personal”, independientemente de que esa persona tiene derecho y como ciudadano, a apoyar al político o políticos que le venga en ganas, lo cierto es, que no se había visto tanto desparpajo y falta de nobleza por parte de alguien a quien mínimamente se le consideraba un comunicador decente. Pero la vida siempre da sorpresas y sin duda esta es una de ellas.
¿Se entiende el por qué nos planteamos y respecto a que los doce del patíbulo mediático y arropando a Abinader, es una ominosa señal, de que el 19, los medios de prensa y como un todo, serán una bocina de la reelección constitucional, pero para conspirar contra la libertad de elección? Con Dios. (DAG) 10.05.2024
