Lucha contra la corrupción: la carta bajo la manga

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Desde que el Partido Revolucionario Moderno (PRM) asumió el poder, su joven Gobierno ha estado expuesto a varios escándalos por denuncias de presunta corrupción. Tanto así, que en 15 meses que lleva de gestión, el presidente Luis Abinader ha destituido y/o suspendido al menos diez funcionarios (solo titulares), estando más del 50% de los casos ligados a este tipo de irregularidades.

Tan solo la semana pasada hubo casos como la renovación en INPOSDOM de un contrato cargado de irregularidades; la confirmación de que el vice vocero del PRM en la cámara alta seguía supliendo al Estado siendo congresista y la denuncia de una supuesta irregularidad en el Ministerio de la Juventud, repito, ¡todo en una misma semana!

Ya días antes la opinión pública había sido testigo de cómo un Congreso de mayoría perremeísta decidió mantener un privilegio irritante como las dobles exoneraciones de vehículos, que le han costado al Estado en 10 años más de RD$ 2 mil millones y que son fuente de negocios, porque se revenden.

También cómo el barrilito, lejos de ser usado para la ayuda social de la que siempre se pregonaba, en la mayoría de los casos es objeto de gastos aún más irregulares y cuestionables: publicidad, cirugías estéticas, préstamos, decoración, como demostró una investigación de Alicia Ortega.

Y como si esto fuera poco, tres legisladores del PRM y un funcionario son investigados por nada más y nada menos que presunto narcotráfico y lavado de activos.

La ocurrencia de estos hechos tiene por supuesto una repercusión negativa en la imagen del partido de gobierno que hizo del tema de la lucha contra la corrupción uno de sus eslóganes de campaña, tanto así que le dedicó el capítulo 22 de su programa de campaña.

Sin embargo, hay que reconocerle al presidente Abinader, la respuesta que ha dado a estos casos, que lejos de ser ignorados, como sucedía en el pasado, obtienen respuestas desde suspensiones, hasta destituciones.

No todo es perfecto, hay casos que en el principio pudieron manejarse mejor como los relacionados al Gabinete Social y la entrega de RD$100 millones a artistas y los cuestionamientos a un contrato de una empresa vinculado al ministro de la Presidencia.

Pese a eso, es importantísimo destacar cómo en la mayoría, organismos de control del Poder Ejecutivo han tenido la responsabilidad y apoyo para actuar, tales como la Dirección de Compras y Contrataciones Públicas y la Dirección de Ética Gubernamental demostrando la importancia de no tener “compañeritos” en puestos como estos y apelar a figurar históricamente probadas.

Sabemos que este proceder, aunque sea bien visto en la sociedad, tiene un costo político interno. Alejar del Gobierno a quienes son señalados en irregularidades hasta que la justicia haga su trabajo implica destituir a compañeros que aportaron en la campaña y con los que el mandatario, funcionarios y dirigentes del partido se pueden sentir en deuda.

Es sabido por todos que al PRM le ha tocado gobernar en tiempos convulsos por una pandemia, y que aunque el Gobierno ha manejado eficientemente el tema COVID-19 y vacunación, en materia de salud persisten desafíos como la mortalidad materna y neonatal, por sólo citar dos; en el plano económico, el MEPYD informó que la economía cerrará con un crecimiento mayor al 10% y se ha avanzado en recuperar empleos, pero estos son empleos formales y la deuda con la creación de nuevos empleos sigue siendo muy alta.

En Educación se logró impartir un año escolar en plena pandemia, pero los indicadores de calidad educativa siguen brillando por su ausencia; y en seguridad ciudadana pese a asegurar en campaña tener un plan listo, ahora en el Gobierno lleva meses estudiando una reforma, 2 Directores de la Policía y todavía no se ve la luz al final del camino.

Pero en materia de lucha contra corrupción es otra fragancia. Aquí el cambio se ve y se siente. Tanto así que el país comienza a mejorar su posición en índices internacionales como el de la AS/COA. Este tema, sumado al nombramiento de un Procurador independiente, en este caso procuradora, es hasta ahora la primera promesa de campaña que el PRM mejor ha podido cumplir.

De modo que posiblemente, por los resultados hasta ahora, la lucha contra la corrupción, que implica el manejo pulcro y racional de los recursos públicos, sea la única carta con la que cuenta el Gobierno para ganarse la confianza, la credibilidad y la paciencia de la ciudadanía. Así que dejen de hacer bembitas y ni un paso atrás. Por: Millizen Uribe [hoy]