De un tiempo a esta parte, la evolución de la guerra entre Rusia y Ucrania y porque Moscú dio un paso más vigoroso para enfrentar la guerra clandestina de EEUU contra ella y por lo que se ha visto, sin medir consecuencias en base al pretexto OTAN.
Situación bélica reactivada en el 2014 con el golpe de estado dado por Washington al gobierno legal ucraniano de la época y cuya intervención en el país eslavo data de los años ochenta, cuando Washington preparaba todo lo relativo a tratar de descuartizar o desmembrar a Rusia y pretendiendo aprovechar la desaparición de la Unión Soviética, fase pré bélica y para llamarla de alguna forma, que toda la prensa occidental ocultó y aun oculta casi fanáticamente.
Ha sido obvio que al mundo se le ha presentado una situación de hecho, mediante la cual, parecería que la todavía gran potencia unipolar está haciendo todo lo imposible y no solo por no perder su hegemonía global, sino porque definitivamente todas las naciones de la tierra sepan que EEUU no va a permitir que se le desplace de su lugar de todavía potencia hegemónica global y en esa actuación ha dado indicadores de que se llevará de encuentro a quien sea.
Por lo pronto y ante la realidad de que a no menos siete meses de iniciar la tanda de sanciones económicas contra Rusia, EEUU no ha podido ser testigo del colapso de la también potencia nuclear y sí que por lo contrario, para su alarma, mientras Rusia ha sabido y hasta ahora, salir bien del temporal que se le ha venido encima, todo el mundo observa, que en la curiosa rebatiña en la que también van muy juntos Reino Unido y la Unión Europea, quienes se han empantanado en una situación que parecería de no retorno, han sido los países europeos que subordinados a EEUU se autodefinen como Occidente.
Y quienes son los que a este día han experimentado un grosero retroceso económico del que lo menos que les espera y para volver a sus niveles económicos de un año atrás, requerirían un mínimo de cinco años y para medianamente recuperarse. Al tiempo que la otrora rica Ucrania se desangra y autodestruye y aportando solo los cadáveres que la contienda se traga.
A todo esto y como si la situación de emergencia económica no les fuera suficiente, recién se ha sabido, que por el temor de Washington de que Alemania le levantara las sanciones económicas a Rusia, fue que EEUU cometió el acto terrorista de volar los oleoductos que alimentaba de gas y petróleo desde Rusia a Europa.
El hecho, de suyo extremadamente inquietante porque recuerda que el Tío San cuando entiende que debe aplicar políticas recias en situaciones de peligro para sus intereses geopolíticos, no le tiembla el pulso para afectar a su misma gente y lo que se dio en el siglo pasado con la voladura del destructor Maine en la Bahía de La Habana, que por las quinientas vidas estadounidenses que allí fallecieron, EEUU logró destruir y aplastar al imperio español y ni que decir más luego, con la destrucción calculada en Pearl Harbor.
Ahora y con la voladura de los gasoductos Nord Stream, EEUU vuelve a las andadas y no solo que advirtió, que Europa no se le iría de sus manos, sino que algo igual o peor podría ocurrirle a cualquier nación que pretendiera tomar partido a favor de Rusia y que es la razón de que un amplio grupo de emisarios diplomáticos están visitando países, particularmente de posiciones geoestratégicas en los cinco continentes y a modo de advertencia, de que Washington iría por todas en contra de ellos y si mantienen alianzas con Rusia.
Para colmos, el Departamento de Estado le exige a China Popular que no le facilite armas a Rusia, mientras al mismo tiempo EEUU y sus aliados envían masivas toneladas de armas a una Ucrania que por lo que parece, nunca le será posible ganar la presente guerra.
Semejante situación ciertamente irritante, ha provocado, que en la reciente cumbre de cancilleres del G-20 en India, Washington no se encontró con un clima favorable para sus presiones y que, por lo contrario, muchas naciones han empezado a constituirse en bloques y grupos de apoyo entre sí, frente al peligro que para sus soberanías representa un Tío San, que por lo que parece, ha perdido todo sentido de la oportunidad y de saber hacer cálculos de riesgo.
Tomemos el caso de República Dominicana, que con el fracaso calculado que EEUU ha propiciado en Haití, abre la oportunidad de imponer una presión fuerte en la parte oriental de la misma isla compartida y lo que se nota en las tantas visitas de funcionarios estadounidenses del orden civil y militar y que de tan frecuentes, han obligado a que los funcionarios del gobierno dominicano empiecen a enarcar sus cejas, ante lo que algunos entienden, es una preocupante intervención en sus asuntos internos y siendo la última, a cargo de la subsecretaria de Estado, para Asuntos del Caribe y Haití, Barbara Feinstein, quien no solo anduvo por donde quiso y habló con determinados funcionarios y empresarios, sino que tampoco le importó que se le pudiera ver como si se trataba de una visita de inspección “rutinaria” ante un país satélite del suyo.
Siempre hemos entendido, de que en la medida que la guerra y en sus dos fases se amplie a más, mayores serán las posibilidades de que muchas naciones con territorios geoestratégicos, se encontrarán en serio peligro de perder y aunque fuere momentáneamente sus soberanías y que es el caso de la nación dominicana, situación que por lo demás, no es nada que preocupe a su población y sí a determinados círculos intelectuales y de dirección dentro de la clase gobernante.
Lo mismo cabe para una nación que desde los inicios de la guerra, la misma les ha ocasionado pérdidas por más 300 millones de dólares en ingresos por turismo y que es el caso dominicano y solo por la pérdida de los mercados ruso y ucraniano con 400 mil turistas por año en conjunto y de lo que hasta ahora EEUU no ha hecho absolutamente nada para compensarlo y lo peor, que parecería existe una disposición secreta por la que República Dominicana no puede ni debe recibir turistas de esos países y que en silencio, el gobierno dominicano parecería que ha acatado.
Teniendo pues todo lo anterior como telón de fondo, da la impresión de que en el gobierno nacional han preferido morderse la lengua y no hacer lo suficiente, por lo menos, para que EEUU compense las pérdidas ocasionadas a esta economía por su aventura guerrerista a doble filo, bélico y económico.
En consecuencia, son más que válidas las preocupaciones que los dominicanos atentos a la situación de guerra en Europa podríamos tener y de ahí que expresemos, que mientras en Ucrania se desata el frenesí por hacer de todo para provocar una guerra nuclear, aquí una subsecretaria de estado estadounidense estuvo de visita oficial casi de “inspección” (¿?) (DAG)