Migración: Para atrás como el cangrejo

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A las 12:55 pm del mediodía del miércoles 18 de mayo de 2022 , arribó al aeropuerto internacional de Punta Cana el vuelo W2FLY 2 W 3503 y con un pasaje casi totalmente extranjero y preferentemente español y en el que venían una ciudadana española de origen dominicano y su acompañante, otro ciudadano español y ambos, ejecutivos de una multinacional española, con probabilidad de invertir en este país.

Al llegar al escritorio de migración, la dama presentó su pasaporte dominicano y de inmediato el joven funcionario migratorio le planteó que le presentara su residencia ibérica y a lo que, con mucha propiedad, la dama contestó que no tenía por qué requerirle tal documento y que, al contrario, como dominicana podía pasar mostrando su cedula de identidad y electoral. Luego, el de migración le dijo que su pasaporte estaba caducado y a lo que la ejecutiva le contestó que tampoco ese era un motivo para interrumpirle su llegada.

Al final, el de migración le selló su documento de viaje y la dejó entrar. ¿Qué ocurrió con su acompañante, español, él? No le hizo ninguna pregunta, le selló su documento de viaje y le dejó entrar. ¿Por qué ese empleado de migración actuó de manera tan descortés con la dominicana?, por el complejo de Guacanagarix y por el morbo de fastidiar a una viajera de alto standing y lo que se percibía solo con ver como la dama vestía y se comportaba.

Es hora de que en la dirección de Migración le hagan saber a sus empleados inspectores, que los dominicanos y los extranjeros de origen dominicano, les basta mostrar su cedula de identidad y electoral y como mucho su pasaporte y sin formularle ningún tipo de pregunta, darles paso a lo inmediato. ¿Sería mucho pedir que este tipo de desencuentros se corrigieran? (DAG)