No existen verdades absolutas y quien no lo entienda se pierde de plano

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A la fecha, el testimonio más relevante de que la humanidad y sin distingos políticos o colores, es el ser incapaz de aprender de sus propios errores de perspectiva y que se tiene, cuando se observa como los hechos obligan a los actores de esta, a entender, no solo que nada es lo que parece, sino que tampoco existe lo que determinados extremistas creen llamar verdades absolutas.

El fenómeno y muy propio del ser humano, se comprueba en cualquier tipo de sociedad, abierta o democrática, absolutista o tiránica y sin importar raza, aunque sí existen en algunas de estas con determinadas peculiaridades idiosincráticas propias, que las marcan como individuos de izquierda, derecha o centro en materia política o de criterio tiránico de criminalidad inducida, en países como la Alemania nazi de ayer o las Ucrania neonazi de ahora, donde el extremismo a lo absoluto revela el rasgo deforme de la irracionalidad racial fuera de control y como la muestra peor del alma humana.

Recientemente han ocurrido dos situaciones realmente destacables. Desde EEUU se anuncia y casi como el que no quiere darle importancia y porque el anuncio es en sí una revelación mortificante de cuando la irracionalidad de fanáticos comete injusticias incalificables y que, al admitirlas, sin duda, deben avergonzar a todo un país.

Después de 68 años, EEUU admite a través de su Departamento de Energía, que no era verdad que el científico Robert Oppenheimer, reputado como la especie de padre de la bomba atómica versión estadounidense, había espiado a favor de la Unión Soviética (URSS).

La revelación de autocritica y reconvención estadounidense, desde luego que no quita la responsabilidad moral al científico, por los horrores que experimentó una amplia población japonesa con los estallidos de dos bombas atómicas en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, que ocasionaron 450 mil muertes, la desaparición de las dos ciudades y la afectación indirecta a más de un millón de lesionados de por vida.

Pero sí, que es una evidencia concreta, de que el ser humano y en función del poder absoluto también se equivoca y de una manera tan concluyente, que no existe atenuante alguno para tratar de evitar reprocharle tanta irracionalidad.

He ahí los casos de más de cien millones de muertos producidos solo por la ideología comunista y en países como Rusia y China o el exterminio horroroso de seis millones de judíos en las mazmorras nazis escondidas en pueblos europeos, cuya gente y en vez de responder por sus propias complicidades ocultas, solo hacen lo impropio de solo responsabilizar al nazismo como al dictador Hitler.

Los anteriores pasajes ignominiosos, que son una mancha indeleble de la crueldad y el fanatismo humano llevado a la peor de las expresiones y testimonios, revelan, que ciertamente el ser humano y cuando es preso de sus propios miedos y fanatismos, es capaz de lo peor y sin importar descubrirse como el mayor de los demonios y con tal de defender causas realmente perdidas desde el sentido y sentimiento normal de la racionalidad y la decencia de miras.

El científico Oppenheimer, es un testimonio patético de como la humanidad inmersa en un miedo mayúsculo e irrefrenable y acompañado de un fuerte sentimiento de envidia y odio, es capaz de no querer ver la realidad y al convertirse en la peor de las bestias, arremeter criminalmente contra el objetivo de sus irracionalidades más extremas.

Ahora, EEUU, autor directo de la tragedia nuclear en Japón, parecería que no ha aprendido nada y ya vemos como se ha lanzado por una Europa convertida en su ave de presa y ha propósito de su deseo irracional de no perder su hegemonía global, aprovechando la desaparición de la URSS y con tal de fragmentar el extraordinario y por lo grande, del territorio ruso, pretendiendo evitar que la Federación de Rusia, potencia nuclear e hipersónica  y militar y también económica, pudiera disputarle su hegemonía y como igual el país norteamericano quiere encarar a la otra gran potencia global, China.

En este sentido, Washington y básicamente desde el 2014 con su financiamiento y aliento del golpe de Estado en Ucrania para instalar un gobierno a su favor y ahora con el pretexto de la invasión de supervivencia rusa con miras de esta  enfrentar, contener y frenar a una Ucrania satélite de facto de EEUU, reedita a mayor su paso de sangre por países asiáticos como Afganistán y muchos otros terminados en tan y generando guerras, invasiones y desestabilización general al precio de millones de muertos y miles de millones de dólares en perdidas materiales y lo que aquellas naciones dieron de respuesta en el 2011 la caída de las torres gemelas en Nueva York, que fue el testimonio vivo, del nuevo tipo de terrorismo mitad islámico y mitad irracional al que la nación estadounidense y el mundo deberían de enfrentar.

Aquellos vientos y lodos trajeron la desarticulación de la federación de Yugoslavia y maduraron la desestabilización total de Ucrania y como pie de amigo de la potencia unipolar estadounidense, la que, con su brazo armado de mercenarios bajo la bandera de la OTAN y sus ejércitos privados, pretende y de manera frontal, aplastar y destruir a Rusia y que es la razón fundamental de la nueva equivocación estadounidense de peso y como lo fue anteriormente la guerra de Viet Nam.

De esa manera, la humanidad contempla la nueva equivocación estadounidense, esta que arrastra al mundo y si no se detiene, hacia una segura Tercera Guerra Mundial y con toda su secuela de crimen y dolor. Para lo cual, Ucrania es el país que aporta los muertos, Europa queda diezmada política y económicamente y EEUU resurge como la gran potencia económica mundial en materia de producción de hidrocarburos y al grado, de que para el 2023 podría convertirse y de acuerdo con expertos, en un gran exportador de petróleo, con lo que, de hecho, desbancaría a Europa y al tiempo de empobrecerla y como lo hace en la actualidad.

La rueda del tiempo continua indetenible y  pese a tanto error y equivocación humana y ya la humanidad se enfrenta al mayor periodo de hambrunas desde que el ser humano se aposentó en el planeta y bien atrás hace más de 12 mil millones de años y esto, como producto de la guerra comercial global que EEUU alienta con la imposición de groseras como absurdas sanciones económicas contra Rusia y utilizando de muñequito de cuerda a la Unión Europea (UE) cuyo liderazgo ciego de burócratas de oficio, ha sustituido a los anteriores y grandes estadistas.

Por lo que se ve, Rusia y China y el bloque comercial aliado de los países BRICS, conforma la carga de contrapeso a EEUU, Reino Unido y la UE y teniendo de telón de fondo, la desestabilización general de todas las economías, que realmente se está produciendo y lo peor, que la mayoría de los gobernantes del resto de las naciones hacen como que no ven el grave peligro de vida que a la humanidad se le viene encima.

De ahí y para decirlo a lo simple frente al catastrófico panorama tan incierto que se tiene, que solo haya que concluir diciendo y en el fondo, como débil esperanza para resurgir en positivo, que no existen verdades absolutas y quien no lo entienda se pierde de plano. Con Dios. (DAG)