Pacto de Nación

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El pedido del presidente Luis Abinader para que el tema haitiano sea dejado a un lado en la lucha partidista debe ser considerado con seriedad por las fuerzas políticas dominicanas.

Ese Pacto de Nación merece considerarse y activar los mecanismos necesarios para que se discuta, concrete y sostenga, porque la crisis haitiana requiere de un mensaje al unísono y que se proyecte hacia fuera una posición común como nación.

Claro, habrá quien sostenga que el llamamiento presidencial tenga visos de oportunismo, de lo cual Abinader tendrá que protegerse si es que quiere conseguir ese consenso tan complicado en un país donde el pluralismo político es una cultura.

Creo que no es una utopía que los sectores ideológicos pacten un mensaje común, el problema estará en conseguir que los grupos más radicales se flexibilicen, porque no veo a Abinader radicalizándose a esos niveles, aunque sí aceptando algunas de esas posiciones con un toque de sofisticación.

Es que el tema haitiano sigue sin ser resuelto y la única posibilidad de que algo ocurra estriba en una combinación entre la gestión internacional y el propio interés interno de Haití de resolver su crisis. Es cierto que a República Dominicana no le toca hacerse cargo de los problemas de Haití, pero soy de la opinión de que ese pacto debería asumir que sí se debe empujar la búsqueda de una solución a largo plazo, porque, al final, la inestabilidad también afecta esta parte de la isla.

¿Responderán las fuerzas políticas al llamado de Abinader? Quisiera pensar que tendrán la capacidad de ver las oportunidades y no las desventajas, a pesar de que estamos en un escenario complejo, cuando las elecciones están a la vuelta de la esquina. Por: Benjamín Morales Meléndez [Diario LIbre]