Va para cerca de diez años que en esta columna política apartidista de opinión diaria, sugerimos, que si los gobiernos realmente quisieran buscar u obtener un verdadero ahorro en el gasto relativo a la administración pública y el que siempre se ha acentuado cada vez que el PRD va al poder y ahora disfrazado de PRM, es reducir la nómina pública que está cerca de medio millón de empleados públicos a todos los niveles y en base a disminuirles la mitad del salario a los no menos 300 mil que habría que cancelar por innecesarios.
Para hacerlo, a los que serán cancelados se les facilitaría estas dos medidas para que se ajusten al nuevo cambio y para que emprendan una vida económica propia y autónoma: UN solo año de mantenérseles la mitad de los ingresos que tenían y al mismo tiempo, realizar estudios de factibilidad con miras de que el Estado facilite prestamos de inversión para capital trabajo, a un interés módico del 2 por ciento y a diez años y al mismo tiempo, exigirles a los no graduados universitarios, estudios base de preparación técnica en INFOTEP como en el ITLA, mientras a los graduados universitarios se les paguen sus estudios de postgrado y maestrías según los casos.
Es decir, se les facilita una base educativa practica para que al final se inserten en el mercado laboral como técnicos o especialistas según cada caso, al mismo tiempo, de que, terminado su ciclo formativo, puedan optar a un financiamiento útil y flexible para que instalen sus propios negocios, emprendimientos o despachos.
Si lo anterior se realiza, el Estado se economizaría en menos de cuatro años, por lo menos, la mitad de los miles de millones de pesos que ahora se gastan en salarios no útiles y a 300 mil personas se les abren las puertas para que a su propio riesgo y saber y responsabilidad personal, abandonen la holgazanería que propicia la corrupción administrativa vía cobrar sobornos a los contribuyentes cada vez que estos necesitan un servicio público o acudir a alguna oficina estatal y realizarse como emprendedores.
Al considerar este aspecto, creemos, que, en vez de fusionar entidades públicas, que en términos generales tienen un muy dudoso efecto positivo, toda vez que la empleomanía a brazos cruzados se mantendría, la holgazanería aumentaría y la corrupción sería mucho mayor y lo peor, que la partidocracia continuaría imponiendo el aumento de los empleados públicos.
Naturalmente, para tomar las medidas anteriores, se requiere en lo fundamental, un presidente que no se reelija y menos, un partido que entienda que debe mantenerse en el dominio del poder via camarillas de burócratas politizados como agentes políticos de los partidos políticos y lo esencial y que sea norma, que todos los cargos de elección directa y en los cuatro niveles de los poderes públicos administrativos: Legislativo, Judicial, Ejecutivo y Municipal, sean solo por un periodo electivo de cuatro años y una sola reelección inmediata.
Otra fuente de disminución del gasto público debe centrarse en la reducción a menos de la mitad actual de 10 mil millones de pesos en publicidad del Estado, como también reducir a la mitad las desorbitantes pensiones de los miembros de la alta burocracia publica y que siempre deberá de estar al nivel correcto y no manipulado de la indexación del momento.
Otro nicho de donde se pueden realizar grandes ahorros es en la reducción de personal en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, en donde los miembros de esas instituciones “tutelares” y administrativamente, solo trabajan tres días a la semana y cobrando como si trabajaran los siete días y lo que facilitaría, que militares y policías de vocación y no como asaltantes de uniforme, saqueen los presupuestos públicos y a un nivel supuestamente legalizado de la mitad de esos presupuestos y que es la normativa de ahora y para lograr que militares y policías sean realmente técnicos y profesionales preparados en su quehacer y para que en su tiempo libre puedan dedicarse a sus profesiones u oficios y no se continue con lo que muchos hacen, de alquilarse a empresarios ricos y directores o propietarios de medios de comunicación.
Y ni hablar, de si el “capitulo” de Contrataciones Públicas, se le controla y supervisa y de manera tal, que no vuelva a ocurrir y denunciado ahora, del desfalco abusivo de 25 mil 208 millones de pesos en compras de 2.3 millones de laptops, tabletas y netbooks que supuestamente el Ministerio de Educación distribuyó entre estudiantes, docentes y otras instituciones, entre los años 2018 y 2020 y de los que el 60 por ciento fueron dañados y de lo que no ha habido sanción alguna.
Desde luego, estamos hablando de si realmente se quiere una reforma administrativa del Estado que no sea todo lo demagógica de la que ahora se anuncia y de la que voceros gubernamentales hablan, de que habría un supuesto “ahorro” de 25 mil millones de pesos y que sería imposible si la masa de empleados públicos innecesarios se mantiene y tanto en lo civil como en lo castrense.
En otras palabras, nuestra sugerencia, que no ya propuesta, va dirigida a cambiar la mentalidad nacional de que la gente y desde el 1961 entiende que debe vivir y enriquecerse del Estado. Llanamente: Robándose a sí mismas y que a nuestro juicio es la mayor degradación moral y cívica que una nación pudiera experimentar.
Entendemos y nos hacemos cargo, de que, en un país como este, totalmente degradado moralmente y en el que ser narcotraficante, traficante de personas y trata, dueño de negocios de juegos o de prostitución y afanosos con empresarios, industriales y comerciantes “educados” para ser contrabandistas de todo y evasores fiscales y financiadores de escuadrones de la muerte y sicarios, es más que difícil llevar una acción de profilaxis social como la que esbozamos. Pero si hay buena voluntad, no creemos que no pudiera intentarse.
De entrada, habría una dura oposición a reordenar las finanzas nacionales, la administración pública y ni hablar de una República “soberana”, en la que el 90 por ciento de su juventud barrial en las ciudades, es delincuente de nacimiento y casi el cien por ciento de sus “educadores” delincuentes de cuello blanco y formadores de nuevos delincuentes y mucho más, si quien sea su presidente en cada uno de los tres poderes interdependientes del Estado, sean individuos de moral laxa. Pero de alguna manera hay que provocar el surgimiento de una verdadera revolución moral y si es que no se quiere que este país continue como tal y no como el peor -lo que ahora sucede- de los estados fallidos.
Pensando de este modo y que nos disculpen quienes se sientan ofendidos, es que preguntamos y decimos: ¿Reestructuración administrativa? Sugerencia oportuna al presidente Abinader y antes de que termine por creerse que realmente ya es un semi dios. Con Dios. (DAG) 18.09.2024