Responso por Tomas Troncoso Cuesta

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Responso por Tomas Troncoso Cuesta

Igual que el Ultimo Mohicano del novelista norteamericano Feminore Cooper, con la desmaterialización de Tomás Troncoso Cuesta, este 22 noviembre, 86 pletóricos e icónicos calendarios, el comentario deportivo radial hace mutis, ante uno de los superbos y más versados comentaristas de beisbol de todos los tiempos.

Sin fanfarrias, con la modestia y honestidad que aportó como excelso legado a sus colegas, Tomas Troncoso Cuesta siempre será un himno, heraldo, modélico, del comentario de béisbol, que fue una de las ingentes pasiones de su fructífero tránsito efímero por esa chepa que llamamos vida.

Super dotado, ejerció su postulado de la crónica deportiva en su espacio radial Los Deportes en Marcha por más de cuatro décadas, orientando con precisión e ilustración, a su enorme audiencia, del vivaque de MBL y el béisbol rentado dominicano, que se nutria y mantenía al día de su dominio sobre el semoviente acontecer del béisbol.

Con gran clase, como era su clase social, por alcurnia y principios éticos conductuales referenciales, Tomas Troncoso Cuesta, a quien apenas si personalmente vi en una fugaz ocasión comprando ambos medicamentos en una farmacia, nunca mas, marcó un trayecto superlativo del béisbol dominicano y MLB, con incrustaciones indelebles, gratisimas, con radiación de quasares perennales.

Su narrativa docta, saturada de anécdotas que discurria con un memorión paquidérmico, sin pestañar un segundo, prueba al canto de su erudición e inmensa cultura del pasatiempo incandescente dominicano y más allá, MLB.

Sencillo, afable, gran tercio del buen decir del béisbol, conforme los contertulios que se privilegiaron en cortejarlo, dicha que no disfrute, ¡ay, cuánto lo siento, inmortal del deporte, inmortal de las costumbres excelsas que perecen como especies en vías de extinción, si puedo decirte querido Tomás!.

En su exclusiva categoría de la disciplina de comentarista de béisbol, conociendo la materia donde debutó en 1957 en La Información de mi Santiago amado, considero que Tomas compartió honores estelares con Johnny y Ramon Naranjo y Emilio Nicolas Cordova Pereyra, el inmortal Cuky, un especialismo deportivo que requiere ojo, oído, pero mucho más, cultura beisbolistica, millones de páginas a la izquierda, falla de los más, y dominio del idioma inglés, que Tomas dominó junto a Cuky, Johnny y Ramon, como ningunos otros.

Sobre todos los atributos humanos, Tomas decanto su preferencia por los bengaleses, El Glorioso Licey, como lo etiqueto para la inmortalidad Mon Savinon, que amo entrañable, en líneas emotivas paralelas con su amada compañera Anny, sus cuatro retoños Lissette, Jaqueline, Jovanka, recordando consorte del mariscal Josip Broz Tito y Tommy, y sus diez prendas más de su gran pa.

¡Loor a un gran ser humano, un cronista deportivo fuera de serie!
¡Inmortal del Deporte Dominicano, Inmortal para sus paisanos. Inmortal de la decencia y la pulcritud del deporte.

Por: Ubi Rivas
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Fuente: El Caribe