No existe nada que EEUU quiera saber de República Dominicana que ya no lo sepa y que también lo haya analizado a profundidad, por lo tanto, esa correría de funcionarios civiles y militares estadounidenses inspeccionando la frontera, no es la aparente tomadura de pelo que aparenta, sino que realmente los dominicanos deberíamos de preocuparnos, ante lo que parece, que poco falta para que los dominicanos nos veamos enfrentados a nuestros propios miedos.
Y no estamos hablando del discurso ultraconservador y seudo nacionalista de los inscritos en el Instituto Duartiano y sus apéndices políticos en determinadas instituciones de critica acida contra Haití e igual en medios de comunicación y en las redes sociales, sino a lo cierto, de que ya Haití, absolutamente arrodillado como estado fallido, intereses estadounidenses y anti dominicanos preparan el asalto que entienden definitivo contra este país, mediante el pretexto del envío de cientos y para no hablar de toneladas de armas modernas, que un informe de la Oficina contra la Droga y el Delito de la ONU (UNODC) ha puesto a circular.
Al que y si le damos la credibilidad que se merece, entonces podríamos asumir, que aquella visita de la general de cuatro estrellas comandante del Comando Sur, Laura J. Richardson y ahora la recién de la subsecretaria de Estado, para Asuntos del Caribe y Haití, Barbara Feinstein y la anterior en octubre, de la subsecretaria para Seguridad Civil, Democracia y Derechos Humanos de los Estados Unidos, Uzra Zeya.
Han sido visitas dirigidas a aquilatar cual es el pensamiento real que las autoridades nacionales tienen sobre “la problemática haitiana” y que con el debate sobre la trata de personas y también inmigrantes, fue evidente que estalló la polémica necesaria y de distracción, cuando determinados sectores estadounidenses les interesa ahondar y no obstante la existencia de una ley dominicana que hace tiempo había sido promulgada en lo que respecta a la trata y refugiados y que nada tiene que ver con facilitarle las cosas a quienes sean indocumentados o específicamente, ilegales haitianos en nuestra nación y en la que los puntos más resaltantes de la discusión han estado previstos.
Por eso, cuando se formula esta retrospectiva y se indaga respecto a los puntos “de coincidencia” de las visitas de los funcionarios estadounidenses, rápidamente se cae en cuenta, que desde determinados escritorios en Washington, parecería que ya hay un bosquejo final sobre el plan de acción “de emergencia” que se está fraguando y con el pretextó ahora, de las armas que entran a Haití y “desviadas a República Dominicana”, entendemos que será el tiro inicial para el plan “Hispaniola” que EEUU ya tiene en marcha.
De ahí que sea importante puntualizar, hasta donde los casi 14 mil efectivos militares que tenemos en la frontera y con armas y tecnología de primera generación, y esto también hay que hacerlo notar, que no tiene ninguna otra brigada en el resto del territorio nacional, podemos entenderlos leales a la República, cuando se conoce, que los agregados militares estadounidenses, en cierto modo, tienen un conocimiento y control de las tropas criollas, que posiblemente ni el propio ministro de la Defensa disponga.
Si se analizan a profundidad estos aspectos, que entendemos esenciales y si es que la República quisiera estar preparada mentalmente para enfrentar el nuevo panorama nada agradable que existe en perspectiva, tal vez el gobierno del presidente Luis Abinader y del PRM no quede todo lo ignorante de lo que se fragua y tal como determinados funcionarios estadounidenses en el Pentágono entienden.
Desde luego, entendemos la posición de Abinader, quien, como presidente de la República, se supone que solo debe atender los aspectos esenciales de la política de Estado en lo referente a Haití y dejando en las manos de los militares todo lo relativo a la fase operativa “de protección territorial” y que algunos funcionarios criollos del ámbito de inteligencia y contraespionaje, tan cándidamente se han creído.
Pero con todo y que el presidente debe desenvolverse dentro de los parámetros de la alta política y manejarse lo más amistoso posible con Washington, creemos, que dado que es rumor general, que si la guerra en Europa se fuera a nuclear, el gobierno estaría en lo más parecido a una huida hacia atrás y por la posición geoestratégica de la isla compartida por las dos naciones limítrofes, que entonces se debería tener la mente abierta y no solo ver lo que parece, sino también el escenario que desde fuera y hasta sutilmente, los estadounidenses están presentando.
Justo por ello y porque entendemos que lo de las armas que entran a Haití y que denuncia la ONU, es el pretexto para afectar la paz social y la gobernabilidad de nuestra nación, que en el gobierno deberían de estar ojo avizor y sin confiar en nadie que le pudiera llegar con propuestas maquilladas, que, en el fondo, lo que buscan es que los dominicanos fuéramos a caer en una situación de guardia baja, o sea, de no estar alertas y adelantarnos a todo cuanto pudiera presentarse.
Situación esta, que obliga a preocupación continua y mucho más, cuando de buenas a primeras, vemos que el presidente Abinader se le hace ver lo conveniente de salir del país a cumbres y congresos en el exterior y en los que tanto la vicepresidenta Peña como el canciller Álvarez deberían llevar su representación e incluso pudiera dirigirse a esos escenarios por teleconferencia y es, que mientras lo de Haití por un lado y lo de la guerra por el otro no se resuelvan, lo prudente debe ser que Abinader no viaje al exterior.
Naturalmente, sabemos que como POR EL OJO DE LA CERRADURA no es bien visto en el país político y mediático y al ser un medio absolutamente independiente a todos los poderes públicos como privados, es decir, no es manejable; cuanto digamos podría ser objeto de burla, pero aun así y por ser un medio dominicano que defiende su dominicanidad, entendemos, que debemos ser el punto de diferencia y que no es nada de ego y ante lo que parece, un aletargamiento generalizado de la clase gobernante como de las fuerzas vivas y que les impide ver más allá del horizonte.
Con ese criterio es que decimos y preguntamos: Si no se tiene una mentalidad geoestratégica, es imposible no entender, que detrás de las armas modernas que entran clandestinamente a Haití, EEUU acerca el peligro a República Dominicana. Los guardias en la frontera, ¿son leales a la República? (DAG)
