Quisiéramos estar equivocados, pero todos los informes que nos llegan a nuestra redacción indican, que parecería, que en el gobierno y por lo visto siguiendo una peligrosa agenda europea que cuenta con el apoyo de nuestra Cancillería, se pretende realmente lesionar la soberanía nacional, arrebatando una parte del territorio dominicano en alta mar y aprovechando que este país es uno archipelágico, es decir, un conjunto de islas agrupadas en una superficie del mar, y a las aguas que las rodean.
De ser esto cierto, entonces la ciudadanía y sus fuerzas vivas deberán estar lo suficientemente alertas para que semejante acto de traición contra la patria no se lleve a efecto y lo que también y de acuerdo con nuestras fuentes, se intenta cometer en una sorpresiva y súbita reunión nocturna del Senado de la República.
En este aspecto, no entendemos por qué el presidente Luis Abinader y en principio, ha autorizado este paso y prevalido de que tiene el control directo y total de la mayoría parlamentaria que su partido obtuvo gracias al robo y fraude electoral perpetrado tanto en febrero como en mayo pasados, cuando es tan evidente que el mismo atenta contra la soberanía nacional.
Lo menos que se nos ocurre decir, es, que si las autoridades cometen semejante intento de enajenación de la soberanía nacional y lo que debe especificarse y recordando que está lo otro, del pacto secreto del gobierno plutocrático con sus socios de la alta burguesía haitiana y quienes quieren a jura de Dios, que, económicamente hablando, los dos países se conviertan en un mercado binacional de 22 millones de consumidores.
Todavía los activistas anti haitianos ilegales no han caído en cuenta de esta posibilidad de atentado grosero contra nuestro estado de derecho, mientras los capitostes del PRM como los popis del gobierno, están tratando de hacer lo imposible por evitar que la ciudadanía se dé cuenta de lo que ellos persiguen y de ahí que su mayor arma, son los casi dos mil periodistas, comunicadores y productores de radio y televisión y los más de 100 lupanares mediáticos controlados en las redes sociales, a los que y para beneficiarles, el presupuesto público publicitario ha sido doblado y al grado, de que todos esos agentes de desestabilización de nuestra soberanía, tienen presupuestos oficiales a favor y entre uno y cinco millones de pesos promedio cada mes, mientras sus alfiles principales, casi disponen de veinte millones de pesos cada uno.
También hemos conocido, que en ciertas reuniones de planificación en los dos aspectos que apuntamos, uno que otro de esa plebe antinacional mediática se ha planteado, de si es o no necesario que opositores del sistema contra este semejante acto de perfidia doble, debería silenciárseles y por lo menos conocemos y en nuestro caso, quienes dicen, “que ese lo que tiene es un medio de pocos visitantes y mejor es ignorarlo para que no se atraiga la atención de muchos”.
Al conocer de la trama y tanto en el Congreso como a nivel de administración del Estado en materia de hacer un solo mercado binacional, de inmediato damos la voz de alarma y por la determinante razón, de que si una cosa es cierta que el gobierno de Abinader práctica, es que cuando quiere satisfacer el interés de sus socios internacionales y tanto europeos como de la burguesía haitiana, es capaz de todo y lo que obliga a plantear, que los dominicanos de buena voluntad debemos de instalar un alerta permanente, contra lo que creemos será el daño más terrible y por partida doble, que gobierno alguno intente propiciar contra nuestra soberanía y los intereses permanentes de la República.
Desde hace días y que nos llama la atención, una gran parte de la ciudadanía y prácticamente de la mediana y baja burguesía de clase media, se encuentra ojo avizor, frente a un gobierno, que, por su mayoría parlamentaria, parecería que entiende que ya qué logró su mamotreto de reforma constitucional y ahora y de hecho, clandestinamente, perpetrará la reforma fiscal por vía administrativa, mientras entretiene al gran público con una dizque laboral, que realmente no tiene interés de llevar a cabo.
Obsérvese, que Abinader y cuando se le tocan estos temas en su rueda de prensa semanal, prácticamente los evade y siempre se sale de las patas de los caballos y haciendo que uno que otro de sus ministros hable por él y embobe la mayor cantidad de sectores ciudadanos.
Por eso y como siempre hacemos el razonamiento a contrario de todo lo que en la política diaria se presenta y sin importar gobierno, oposición o grupos económicos y financieros u ONGs anti dominicanas, que apoyadas por la ONU, tiene el único objetivo de hacer destruir nuestra soberanía, que hagamos saber, que por los hechos que han sucedido y que han provocado tanta controversia, nadie puede ni debe descuidarse y menos, cuando se conoce que el expresidente Leonel Fernández, el aliado oculto de Abinader y de los grupos económicos y financieros y con los Corripio y los Vicini a la cabeza y en materia de entrega de los bienes públicos -activos y empresas- al sector privado, no objeta nada que a sus socios les favorezca.
Mírese, que la mayoría de los medios de comunicación de esos dos grupos económicos y financieros, ya se han puesto en movilización total y para que la gente no se dé cuenta de lo que Abinader quiere en el Senado con el caso de interés de Países Bajos (Holanda) y también, en lo de fusionar las economías dominicana y haitiana, que es su mayor propuesta a lo interno con sus socios de la burguesía haitiana.
No vamos a decir más, solo advertir, que contra lo que no pudiera esperarse, ahora es que Abinader está decidido a dar su golpe y que entiende maestro contra la República, del que este ciudadano de tercera generación con sus ancestros provenientes del Líbano y también de Haití, parecería que se encuentra más que empeñado.
La suerte pues, parecería que está echada y ante la misma, es que advertimos, que todo indica que el gobierno cuenta con el dinero y los votos de seis narcotraficantes refugiados como legisladores y para hacer pasar el lesivo acuerdo de fronteras marítimas con Países Bajos. De suceder, se avecina una grande como grave protesta cívica a gran escala. Con Dios. (DAG) 04.11.2024
