Un asunto que debería merecer la repulsa generalizada de los políticos son los fracasados intentos de derrocamiento, magnicidio y guerrillero que encabezara en el 1973 el desertor militar Caamaño Deñó, a ese entonces “guerrillero Román” y no su ensalzamiento

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En cualquier otro país en el que las instituciones y el orden civil y democrático se hagan valer, debería merecer una repulsa generalizada, que de buenas a primeras un importante matutino, publique un escrito por el que se pretende ensalzar y  justificar el abusador brote guerrillero de la expedición fracasada, de febrero de 1973, de una unidad guerrillera castrista que fuera enviada desde Cuba para que esta tratara de asesinar al presidente constitucional de la República, Joaquín Balaguer, derribarle e imponer un gobierno comunista.

Sin embargo, ya se ha visto, que parecería que en este país no hay nadie desde el poder como desde la política, que advierta, que semejante propaganda no solo es distorsionadora de los hechos que sucedieron y sí profundamente mendaz y con el solo como avieso propósito de directamente manipular a las nuevas generaciones y que evidentemente, es el sentimiento oculto de ese periódico, el Listín Diario, de querer alentar a que se derroque el presidente gobierno constitucional Luis Abinader. Y que, a razonamiento a contrario, es la pretensión oculta que se encierra en el reportaje titulado: “Caamaño disparó hasta la última bala”, autoría del director del periódico Franjul y este, contando con el apoyo abierto del barón mediático, Pepín Corripio.

Paralelamente, es fácil advertir, que se quiere crear un culto a la personalidad del fracasado guerrillero y con el interés subversivo de lograr que las nuevas generaciones de militares, abracen un criterio golpista y guerrillero, que bajo ningún concepto se podría permitir y por sus implicaciones nefastas para la salud de las instituciones militares y el mismo ordenamiento constitucional y ante lo cual, presentamos nuestra más firme protesta por tan sucia manipulación artera que atenta contra la institucionalidad democrática. (DAG-OJO)