Ayer, más de cincuenta mil fanatizados haitianos seguidores del expresidente Jean Bertrand Arístide tomaron las principales calles y avenidas de Puerto Príncipe, para reclamar el retorno de este al poder y mediante la imposición de un gobierno provisional “que salve a Haití”.
De esto suceder y que sería probable, el gobierno del presidente Luis Abinader se encontraría frente al político haitiano más enemigo de República Dominicana y lo que de suyo sería un enorme retroceso en las relaciones binacionales.
Lo que significa, que desde ahora la diplomacia dominicana debe de hacer todo lo posible para que “los factores externos” que siempre han querido a Arístide al frente del gobierno en el vecino país, entiendan, que para los intereses permanentes dominicanos, el retorno de este expresidente, sería la peor pesadilla que Abinader confrontaría de aquí al término de su mandato en el 2024, por lo que se hace imperativo, iniciar una política de alerta extrema de vigilancia total sobre cualquier indicador de violencia haitiana contra nuestra nación, que de ahora en adelante pueda presentarse. Ojo Pues. {DAG-Ojo]