Si lo que soplaba hace dos años eran vientos de cambio, los que se sienten ahora son de cambios. El presidente Abinader estaría decidido a enrumbar su ejecutivo los dos años que le quedan a esta primera gestión del PRM con caras nuevas.
Hacen falta. Para ser un partido tan joven, algunos funcionarios perremeístas han envejecido antes de madurar. Debilidades en la gestión en muchas instituciones han hecho que todo el peso del Estado recaiga en el primer mandatario. Circulan ya quinielas de los candidatos a irse, o a cambiar de cartera o a salir definitivamente de la foto…
“El Estado es mucho más grande de lo que habíamos pensado o pronosticado”. Esta confesión del 16 de agosto de 2020 de Paliza, ministro administrativo de la Presidencia, vaticinó lo que ocurriría después. De hecho, se acusa a algunos funcionarios de no entender cómo funciona el Estado, que desde que el PRD dejó el poder, ha cambiado mucho.
El PLD tuvo 16 años para construir un Estado que funcionaba, pero que es un Estado gigantesco. En una entrevista el todavía candidato Danilo Medina, explicaba que la nómina pública cumple en República Dominicana lo que el seguro de desempleo cubre en otros países. Bajo esa “buena intención”, la nómina pública es el botín/consuelo de los militantes. Y por eso cada partido tiene “millones” de afiliados.
Así que hay nervios en las oficinas. Las investigaciones en curso del equipo Swat de la Procuraduría tienen nerviosos a muchos y se filtran los nombres tanto de los próximos encausados como de quienes están hablando sin que haya que pedírselo por favor.
Ayer fue el cambio, ahora los cambios. Basta una letra. Por: Inés Aizpún [Diario Libre]
