XVIII Cumbre Iberoamericana. Esta cumbre será de todos, pero es de pocos y cuyos acuerdos y como siempre, a la gaveta y de trasfondo, la cumbre paralela y de la verdad, entre Biden y Trudeau en Canadá

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Siempre es bueno que en estos países del continente americano de habla de origen latina, haya que una que otra cumbre de presidentes, primeros ministros y jefes de gobierno y por la simple razón, de que se ofrece la oportunidad para que los altos dignatarios tengan la oportunidad de conocerse entre sí y practicar una de reuniones, discursos y de juntas, que ante la atrapada opinión pública luzca como si en efecto todos estos políticos realmente hacen algo por sus respectivos países.

De ahí la demagógica grandilocuencia y efectos de imagen que todos utilizan y tratando de ese modo, que sus respectivos pueblos les vean como si en verdad trabajaran genuinamente por nuestros países y que a diferencias de pasadas cumbres, en las que caudillos civiles y militares prevalecían, todo era de egos sobredimensionados y por vía de consecuencia, sus pueblos, confundidos entre lo anodino, y frívolo, nunca acertaban a entender que era lo que realmente ocurría y por qué los que les dirigían debieron de reunirse para hablar de nada.

Justo por ello y en sus respectivas naciones, había momentos en los que de tanto palabrerío que se entendía hueco, las políticas a implementar no eran tales. Solo hay que ver aquella cumbre de Uruguay para los años sesenta del pasado siglo y las siguientes y casi en todas las capitales del Continente, cuando ni siquiera la diferencia entre lo que era la Guerra Fría, al pasar años luego a la desaparición de la Unión de Republicas Socialistas Soviéticas (URSS) lo que representan, no son más que un paso de cambio en la historia, pero no uno por el que se pudiera decir que el mundo fuera mejor.

Es al contrario, ahora en este continente, los países se blindan mas que nunca con mecanismos burocráticos de controles migratorios y unos más y otros menos, en los hechos, hacen trizas aquello de que todos sus habitantes se interrelacionan.

Solo hay que ver como es el manejo de los países fronterizos al momento que sus nacionales pretenden visitar, entrar o inmigrar a otro. Las trabas, impedimentos y desconfianza es generalizada y la misma gente por momentos se siente que no pertenece a ningún lado.

Sin embargo, mientras gobiernos y ciudadanías se recelan, no del mismo modo ocurre en los sectores militares de cada país, en el que parecería que hay una entente o cartel multinacional, por el que, aquello de que los guardias entre sí se entienden, se hace una realidad patente y siempre con el denominador común de desconfiar de sus propios conciudadanos.

Es por ello, por lo que, en muchos de estos países, la democracia como tal, no es más que una afianzada en bayonetas. Antes guerreando entre sí. En tanto ahora los estados mayores y generalmente a espaldas de sus gobiernos, le dan concreción a aquello tan estadounidense de las fronteras movibles.

Para mayor singularidad, tampoco las formas de gobierno no son del todo democráticas y sí más bien una cobertura un tanto variopinta de políticos que en base a mentiras y supuestas ideologías, toman por asalto las instituciones de los estados, los dominan e imponen administraciones “civiles” mucho más propias de las dictaduras.

La variable, solo está en la manera de cómo, propaganda, publicidad y prensa se aúnan para presentar un discurso común de mentiras y engaños y mucha demagogia y para hacer de sus correligionarios, no ciudadanos y sí súbditos y quienes esclavizados por determinadas banderías políticas absolutamente contrarias al libre albedrío, utilizan los medios de comunicación y de información de masas y para diluir en réplicas y contra réplicas, los discursos vacíos con los que quienes detentan el poder imponen la terrible castración mental que arropa a los nacionales de todos esos países.

Concomitantemente, los esquemas “más creativos” de corrupción y el ejercicio del poder cuasi legal totalitario, impiden que los nacionales de todos estos países, ni siquiera piensen que utilizando su libre albedrío podrían lograr a conciencia, desarticular y erradicar los carteles políticos que, con etiquetas de partidos, dominan a lo absoluto sus estados.

Es de este modo, que las cumbres de gobernantes que una que otra vez son presentadas, en el fondo, son también una oportunidad para hacer turismo desde el poder y con presupuestos ilimitados.

Ahora y en este país, se anuncia una nueva cumbre iberoamericana versión 18, de la que honradamente nadie cree que resultará nada positivo para lo que quisieran los habitantes de estas naciones, aunque es indudable, que son los miembros de la alta burocracia, quienes sí se benefician directamente y ni hablar con el festival paralelo de intercambios de condecoraciones y declaraciones rimbombantes.

Mientras todo esto ocurre, oliendo donde guisan es que quedan los ciudadanos, en tanto este tipo de cumbre solo llega a beneficiar realmente y solo por coyunturas especiales, de un presidente que nunca había visitado el país anfitrión, pero quien es un punto a favor cuando otro presidente quisiera una oportunidad para darle una mayor facilidad de viajes a sus gobernados y para que se hable de una posibilidad de acuerdo, por ejemplo, que los dominicanos podamos viajar a Europa sin visados, cuando lo que se debería tratar, es que de acuerdo al nivel de su economía y los intercambios comerciales entre países, sea el factor determinante para que los ciudadanos de un país pueda viajar un poco más libres a otro y no que el presidente Abinader le solicite al de Portugal su apoyo para que el visado Schengen sea eliminado a los dominicanos y como Europa ha hecho con tantos ciudadanos de terceros países latinoamericanos y solo quedando seis con el impedimento técnico.

En el fondo, de lo que se trata, es de esa no finalizada política colonial y que, por cierto, es la que subyace en estos intercambios y como se vio ya en la inauguración de la llamada XVIII Cumbre Iberoamericana, realizada nada menos que teniendo a un costado la torre de la Fortaleza Ozama, imagen emblemática de los trescientos y pico de años del dominio del imperio español sobre este país.

Así tenemos y estamos convencidos, que la cumbre en este país, no es más que parte de lo mismo en materia de mantener a las naciones del continente “bien articuladas”, mientras que anoche, la nueva forma de colonialismo se estudia en Quebec y en la cumbre de  la verdad, entre los gobernantes de EEUU y Canadá y a propósito de “estructurar” la nueva intervención militar y civil de esos países en el transfronterizo Haití.

¿Extraña que hablemos, de que esta cumbre será de todos, pero es de pocos y cuyos acuerdos y como siempre, a la gaveta y de trasfondo, la cumbre paralela y de la verdad entre Biden y Trudeau allá en Canadá? (DAG) 24.03.2023