Alarmante distorsión dominicana sobre lo expresado por senador Marcos Rubio y por la que se hace creer lo que no es

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Entrar a las infames redes sociales, en donde los lupanares mediáticos destrozan la moral de cualquier persona que se convierta en su objetivo, ha llegado hoy a un nivel muy propio de la interpretación malvada que los analfabetos funcionales allí, han entendido y mal interpretado unas declaraciones de Marcos Rubio, el senador estadounidense por el estado de La Florida, sobre la supuesta intención del presidente Biden de obligar al presidente Abinader a aceptar tres millones de indocumentados haitianos.

Lo menos que se hace, es pedir la cabeza de Abinader y abrumar a los lectores con soflamas mentirosamente desconcertantes y de lo que, los medios de la prensa mercancía y en particular de la concentración de medios en pocas manos, no hacen absolutamente para buscar la realidad de lo que el senador demócrata expresara.

Por eso, entramos directamente a la página del senador floridense y para indagar y ver si en realidad la interpretación dominicana es mentira o verdad.

Lo que resultó, es que Rubio expresó una queja respecto a lo que entiende presiones de organismos internacionales como Amnistía Internacional para que el gobernante dominicano acepte la pretensión de esos organismos decididamente anti dominicanos, de querer que en este país haya un aumento de la población flotante haitiana a tres millones de individuos.

Entiéndase, Rubio expresó una alerta, un temor y una queja sobre la presunción que tiene y respecto a que organismos extranjeros desearan que el gobierno estadounidense se le impusiera al dominicano en esta materia.

El mismo senador destacó, que tenía conocimiento en cuanto a que el presidente Abinader, no solo que no está al tanto del supuesto requerimiento, sino que Rubio entiende, que Abinader y para nada modificará su política “de que protegerá la soberanía dominicana imponiendo las deportaciones”.

Formulamos la puntualización en apego a la verdad y a nuestra condición de medio de comunicación e información de masas absolutamente independiente a todos los poderes públicos y privados y en aras de la necesaria objetividad profesional alejada de cualquier tipo de sensacionalismo difamatorio y lo más importante, para que la paz social no se resquebraje. (DAG-OJO)