Carencias y esfuerzo

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La tragedia que se vive todavía en San Cristóbal amerita que el presidente Abinader haya suspendido su actividad en Pedernales; acertada decisión. Las labores de rescate y búsqueda de los todavía desaparecidos merecen que demos el protagonismo a los que incansablemente están dedicados a lograr terminar con ese horror, con el peligro.

En cada explosión… nos lamentamos de lo mal equipados que están los bomberos. Lamento que apenas dura lo que tarda en "resolverse" la situación. Malos equipos, entrenamientos insuficientes, carencia de vehículos apropiados, bajos sueldos, poco personal…

Pese al innegable crecimiento del país en los últimos 20 o 25 años, cuestiones básicas de higiene y seguridad para una sociedad que avanza como la dominicana han quedado relegadas, obsoletas. El manejo de los desechos (es decir, la recogida de la basura) y el equipamiento de los equipos de rescate son dos ejemplos rotundos.

La pandemia nos enseñó (aquí y al mundo) la importancia de un buen número de empleos y profesiones que dábamos por descontados, que con sueldos bajos y horarios terribles ni siquiera valorábamos en su importancia para nuestra propia supervivencia.

Hoy, la tragedia de San Cristóbal vuelve a recordarnos que nuestras vidas pueden cambiar en un segundo y que serán ellos, los bomberos, los rescatistas, los policías, las enfermeras, los médicos de guardia… los que sin escatimar esfuerzo y a menudo sin medios ni instalaciones apropiadas podrán salvarnos la vida.

Los bomberos cuentan con un Voluntariado ejemplar, pero no deberíamos dejar a las donaciones privadas, al regalo de tal o cual empresario, a los voluntarios, la responsabilidad de tener un Cuerpo de Bomberos de acuerdo con las necesidades del país de hoy. Por: Inés Aizpún [Diario LIbre]