¿Cómo se puede hablar de que en Haití haya paramilitarismo, cuando ni siquiera hay un ejército propiamente dicho?

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El desmedido afán manifiesto de los grupos ultraconservadores y anti haitianos, de entender a Haití como un grave problema institucional dominicano, fácilmente les provoca esa especie de ceguera y sin razón, que no les permite entender con objetividad, en qué puede consistir un problema de ingobernabilidad haitiano, en otro que pudiera afectar la seguridad dominicana, cuando de nuestro lado disponemos de un ejército y una policía de cerca 100 mil efectivos y sin incluir sus grupos auxiliares de veteranos o reservistas y agentes de seguridad privados.

Lo que ocurre, es que los grupos ultraconservadores y seudos nacionalistas que el matutino centenario capitaleño constante incentiva, ni entienden y tampoco tienen la capacidad de razonamiento suficiente para comprender, que el Haití de los años 1800 dejó de existir y que la República Dominicana de 1844, tampoco y por lo que es un absurdo vivir alentando sospechas y recriminaciones respecto al desenvolvimiento de anteriores generaciones, que por sus motivos de supervivencia propios, cada una trató de sobreponerse a sus circunstancias y como se pudo.

Si los anti haitianos entendieran esta realidad, haría rato que estarían incentivando que la mano de obra haitiana permanezca en nuestra nación y porque en la medida que sus miembros adquieren nuestra cultura, es decir, que se dominicanizan y si vale el término, en la misma medida adquieren un sentido de permanencia propio que les hace entender la realidad de cada idiosincrasia y por lo tanto, el fortalecimiento de sus propias instituciones y soberanías y sin menoscabo de la independencia de cada nación. Aparte, de que la mejor garantía estriba, en esos 3 millones de dólares que todos los meses, la población flotante haitiana activa económicamente, envía a sus familiares en su patria.

Ahora, esos extremistas hablan, de que supuestamente, en el país transfronterizo existe un reducto anárquico de paramilitarismo, cuando lo que ha ocurrido, es que ante la ausencia de instituciones tutelares, Haití se ha convertido en una especie de tierra de nadie que está bajo el control fáctico de ex militares y expolicías convertidos en jefes pandilleros y solo eso y que para los dominicanos no es un peligro mayor en sí y por la simple razón, de que el mejor disuasivo para enfrentar la anarquía que abate a nuestros vecinos, es precisamente la brigada de 14 mil efectivos militares, policiales y parapoliciales que tenemos destacados en la frontera y acompañados de la más amplia tecnología y aun cuando se pudiese entender que un mínimo porcentaje de nuestros uniformados, fueran traficantes de influencias y corruptos hasta la medula.

En el Listín deberían dejarse de inventos y su enfermo director, cuidar mejor su deteriorada salud, antes de mal suponer que la salud de la Republica estuviera en peligro. (DAG-OJO)