Se supone que cuando un político llega a la alcaldía de un municipio, lo primero que hace es realizar una auditoria respecto a cuáles son los puntos sensibles que afectan el desenvolvimiento de los munícipes en caso de calamidad pública y como lo son lluvias torrenciales que inunden calles y afecten el sistema pluvial.
Pero por lo visto, la alcaldesa Carolina Mejía desconoce absolutamente que es lo que tiene entre manos y por eso y ya con el diluvio encima, se le vio todo el viernes, calle arriba y calle abajo solo hablando y sin hacer nada o en la tarde buscando cámara detrás del presidente Abinader cuando este se dejó ver en un barrio de la periferia capitaleña.
O sea, esta funcionaria de elección directa mostró su absoluta incapacidad e incompetencia dirigencial y ni siquiera disponiendo los trabajos de la limpieza de los imbornales y sus brigadas y al no hacerlo, demostró que en su administración los munícipes capitaleños carecen de un eficaz gobierno municipal.
Lo que quiere decir, que todas las calles, edificios y casas inundados y los ocho muertos que resultaron a causa del diluvio ocurrido, son culpabilidad y responsabilidad directa de su ayuntamiento y la situación es tan grave, que todavía hoy no se ven “los buzos” limpiando los desagües ni cosa por el estilo ¿o estará esperando que el gobierno central le facilite una millonada de pesos para empezar a limpiarlo todo y ante lo que se entiende que ni siquiera en el presupuesto municipal existe una partida para esos fines? ¡Santísimo, cuanta incapacidad e incompetencia! (DAG-OJO)
