De acuerdo con el Gobernador del BCRD, a la Republica Dominicana le está entrando un exceso de divisas que ha obligado a esa institución a intervenir frecuentemente al mercado para comprarle dólares a los intermediarios financieros a fin de evitar una mayor apreciación del peso. Esto gracias al turismo, las remesas, las exportaciones y la inversión externa.
Esa apreciación va de un precio de venta de 56.4 pesos por dólar en enero 2023 a 54.46 a finales de mayo, equivalente a un 3.8%. Entre enero y diciembre del año pasado el peso se apreció en 3.7%.
Solo en Brasil, México y Uruguay han apreciado su moneda este año. Muchos dirán, QUE BUENO porque eso ayuda a abaratar las importaciones de petróleo y derivados, insumos, alimentos y otras materias primas. Y hasta el pago de la deuda externa. También las Reservas Internacionales rompen récord.
Pero el problema es que, si el peso continúa apreciándose, las exportaciones y el turismo pierden competitividad y eso es muy malo.
Lo que no podemos es darnos el lujo de cerrar el 2022 con un déficit en el comercio de bienes de US$ 18,656 millones.
El país intercambio mercancías con el resto del mundo por un valor de US$43,436.6 millones en el 2022, de los cuales el 71.5% correspondió a las importaciones y el 28.5% exportaciones.
Más detalladamente, la entrada de mercancías para ese periodo estuvo valorada en US$31,046.3 millones, con un incremento del 28.3% en comparación al 2021. Esto, claro está, sucedió en un año donde los precios de todos los bienes se dispararon al cielo, lo que no sucederá en el 2023.
Por su parte, el país exportó US$ 12,390.3 millones y creció en un 6.4% con relación al año anterior. Lo importante es que el peso dominicano no se aprecie más de lo necesario y que la competitividad mejore nuestra capacidad para exportar más bienes
Tenemos un DR-CAFTA que no hemos sabido aprovechar como lo han hecho otros países de Centroamérica. Y con China solo existe el comercio de un solo lado. De allá para acá. Importamos US$3,818 millones y exportamos US$272 millones. Un absurdo.
Podemos compensar parcialmente ese déficit en el comercio con las elevadas remesas, inversión extranjera y turismo, pero aun así no basta, ya que registramos un déficit comercial de la balanza de pagos de un 5.8% del PIB en el 2022 o US$6,326 millones. Hay que bajar ese déficit a un 4% este año. Por: José Lois Malkun [Listín Diario]
