El comediante dominicano César Augusto Victoria mejor conocido como “Cuquín Victoria” cumple 50 años haciendo reír al pueblo dominicano y cuenta que a diferencia de la época en la que inició, el humor no es el mismo.
Victoria, comenzó su carrera como humorista en los años 70, específicamente en el 1971 llegó a la radio a través de Milton Peláez, quien lo hizo parte del elenco del programa radial “El Show De Noticias”, que era una parodia y noticiario.
En ese espacio, Cuquín hacía el papel de “Chochueca, un tipo que acechaba los velorios, como no había funeraria, él se iba a las casa donde estaban velando el difunto, arreglaba las sillas, la flores, la cosas y cuando se iba el entierro, le regalaban dinero, la ropa del difunto y le daban el hielo que se le ponía abajo en esa época, entonces él (chochueca), se lo vendía a los friíeros (personas que venden una clase de helados en las calles, hechos a base de hielo)”, es como Victoria describe entre risas su personaje.
Con el paso de los años, Cuquín Victoria fue involucrándose más y más en la comedia, participando en más programas y creando más personajes, dejando un poco de lado su primera pasión y profesión: la ingeniería.
En una entrevista especial en el “Desayuno del Caribe y CDN”, explicó que el cambio en el humor del que habla, no implica necesariamente que sea mejor o peor, lo atribuye a que la comedia de estos tiempos es simplemente un reflejo de la sociedad en la que vivimos.
“Lo que pasa es que el humor que están haciendo ahora, es muy diferente al que nosotros hacíamos porque la sociedad ha cambiado, de 50 años para acá es otra cosa, no se hace el mismo humor, estamos en la era del dembow y entonces, es un reflejo de la sociedad, el humor es una caricatura de la sociedad y eso es diferente, no quiere que sea mejor o más malo porque hay muchos muchachos con muchísimo talentos, pero hacen el humor de la sociedad de ahora, que no es el humor que nosotros hacíamos”, puntualizó.
Al referirse al tipo de humor de épocas pasadas, expresa que la comedia que practicaba la vieja escuela era sana, respetuosa y sobre todo cautelosa, evitando ofensas o vulgaridades; y eso es lo que recomienda a los jóvenes que el día de hoy quieren lograr tener una carrera impecable en esta área.
“Era un humor, sobre todo con mucho respeto al público, ahí no había vulgaridad ni insulto a nadie, y eso es una cosa que yo le aconsejaría a los jóvenes de ahora que traten de llevarlo así, porque abarcan a todo el público sin exclusiones de gente que por alguna razón no les guste y entonces se separen de ese grupo, mientras que, si tu hace un humor, abierto y respetuoso, tienes a todo el mundo a tu favor”, dijo.
El regalo de sus 50 años
Cuquín Victoria se siente privilegiado del respaldo que he encontrado en el público, el cariño que le manifiesta la gente en la calle diariamente, es para él su mayor regalo y el trofeo de sus 50 años; uno grande y que conserva en su corazón.
“Para mí, el premio diario, como te decía al principio, es encontrarme con el abrazo, con la sonrisa, con el trato de la gente en la calle, cualquiera que sea, ya sea un funcionario o el limpiavidrios, eso es un premio”, dijo con nostalgia recordando su trayectoria.
César, quien también es actor, no sólo descansa en la alegría de saber que su trabajo es aceptado por los de su generación, para él, es un galardón saber que a pesar de que los más jóvenes no llegaron a disfrutar de su comedia en la televisión dominicana, llegó a ellos a través de otros medios y eso lo vio reflejado en sus shows en vivo.
“Me ha gustado mucho, por ejemplo, la respuesta de la juventud, a lo que nosotros hacíamos, porque lo ven en YouTube, por ejemplo “La Escuelota”, que no se ve en televisión hace muchísimos años, ellos la vieron en YouTube, y el teatro, la mitad del teatro, eran jóvenes, muchachos que le encanto el asunto de «La Escuelota» porque nunca la habían visto en vivo”.
Cuquín celebrará la victoria de haber alcanzado 50 años haciendo humor en “Cuquín Victoria 50 añitos”, un espectáculo que se celebrará el próximo 04 de diciembre en el teatro «La Fiesta» Hotel Renaissance Jaragua Santo Domingo”.
Hablando con periodistas de este medio, dio algunos detalles del show, que de hecho, está siendo dirigido por Edward Duran, y su hijo Cristian Victoria, aunque la parte de los chistes y sus personajes las está manejando el mismo Cuquín.
“Es un show pretencioso porque lo están diseñando Edward Duran, y Cristian, mi hijo, y va a tener orquesta, coro, bailarines, pantalla, personajes de los que yo he hecho en todo este trayecto y también invitados, que son gente con la que yo he trabajado en algún momento, así que va haber muchas cosas ahí”, detalló.
Comedia de calidad
Cuquín, quien tal y como cuenta, aún no tiene planeado un retiro de la comedia y dijo que estos son solo sus “primeros 50 años”, valoró el trabajo humorístico que hacen las generaciones que le siguen.
Dentro de las figuras humorísticas dominicanas que reconoce están haciendo un buen trabajo, mencionó a Irving Alberti, Kenny Grullón, Luis José Germán, Carlos Sánchez y destacó especialmente a Raymond Pozo y Miguel Céspedes, también conocidos como los “Reyes del Humor”.
“Los que están haciendo más humor con calidad son Raymond y Miguel porque se ocupan de escenografía y hacen cosas escritas, no hacen improvisaciones, porque en esta época es más difícil, no hay críticas ni hay personajes vulgares que ofendan al público y todas esas cosas… están ocupándose más de una producción mucho más elegante”, añadió.
Lo difícil de hacer humor
Ser humorista, aunque parezca, no es tarea fácil, el mismo Cuquín de la cara difícil de hacer reír e indica que “es más fácil hacer llorar”.
Dentro de esas dificultades de lo que implica el compromiso de hacer reír a un público, está el manejo de las emociones, inclusive en momentos en los que reír es lo último que se quisiera.
“En este mundo hay muchos momentos difíciles, no siempre es todo fácil o como uno cree, se han presentado casos de preocupaciones, pero uno tiene una responsabilidad con un público que está presente en un club”, indicó
Para este tipo de situaciones, el actor recomienda “quitarse el ziper de humano”, dejarlo en el camerino y olvidarse de todos los problemas.
Fuente: El Caribe