El crudo ruso capea el embargo frente a las costas españolas

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El tira y afloja entre Occidente y Rusia tras la invasión de Ucrania tiene una de sus máximas expresiones en el plano económico y en el energético. Desde finales del año pasado el petróleo procedente de Rusia por vía marítima está prohibido en la Unión Europea, un embargo que afecta al 90% del petróleo que Moscú vendía antes de la guerra a los países comunitarios. En este escenario, el Kremlin está reconfigurando sus rutas de transporte de crudo y encuentra en aguas cercanas a Ceuta, y por lo tanto, la Unión Europea, el lugar en el que hacer operaciones de «bunkering» –transferencias de carga– lejos de miradas indiscretas y sin que España pueda hacer nada al respecto al realizarse en aguas internacionales y con barcos que no llevan bandera rusa.

Desde Verdemar Ecologistas en Acción llevan varias semanas denunciando esta situación. En una entrevista telefónica con LA RAZÓN, su presidente, Antonio Muñoz, denuncia que en las últimas semanas varios buques han estado sorteando el temporal de Levante frente a Ceuta, en aguas de la Zona Económica Exclusiva (ZEE). «Los buques ‘‘Apate’’ y ‘‘Meronas’’, procedentes de San Petersburgo; el ‘‘Duke of Peace’’ y el ‘‘Thhenis1’’, con origen el puerto de Primorsk (Leningrado) y otros buques estuvieron primero protegiéndose de las fuertes rachas de viento con mas de 200.000 toneladas de carga de hidrocarburos frente a costas españolas», dicen. Junto a ellos y navegando también a pocos nudos se encontraban los buques para recepcionar la carga y partir por el canal de Suez», explica. «Aprovechan el ‘paso inocente’ para llevar a cabo estos trasvases. Esto está poniendo en riesgo el mar y nuestras costas», advierten. Explican que estas operaciones se están haciendo en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) del mar de Alborán y en ocasiones, en la zona contigua al mar territorial de Marruecos. Dicen que se hacen sin control y de vez en cuando con la monitorización satelital (AIS) apagada. «Estos sistemas de navegación por satélites proporcionan la posición exacta en la que se encuentra el buque petrolero», describe. Al apagarlos los petroleros se convierten en buques fantasmas

El presidente de Verdemar Ecologistas en Acción insiste en que las operaciones de «bunkerig» están reguladas por la Organización Marítima Internacional en el convenio de Marpol, que establece que los trasvases de combustible en aguas internacionales deben ser comunicados al estado ribereño. En este caso, sería España o Marruecos. «Es un riesgo» –insisten– porque pone en peligro una de las mayores poblaciones de «patella ferruginea», una lapa endémica del Mediterráneo, cuyas poblaciones se encuentran actualmente tan mermadas que está catalogada internacionalmente como en peligro de extinción». «Su distribución se ha reducido prácticamente a la costa norteafricana, habiendo casi desaparecido en las costas europeas», alertan. Ante esta situación, los ecologistas han elevado su denuncia ante el Ministerio de Asuntos Exteriores, «sin respuesta», por el momento, según aseguran a este medio.

El método utilizado por las autoridades rusas para burlar las sanciones europeas y llegar a puertos asiáticos es el siguiente. Moscú carga petróleo en pequeños barcos desde sus terminales del mar Báltico o desde el puerto de San Petersburgo. Estas embarcaciones navegan hasta las costas cercanas a Ceuta. Una vez allí, en la Zona Exclusiva y Económica, en alta mar, trasvasan el crudo a embarcaciones de mayor tamaño. Son estos buques los que posteriormente trasladan el petróleo, normalmente, a través del canal de Suez, hasta los países asiáticos.

El profesor de derecho Marítimo de la Universidad Politécnica de Cataluña, Jaime Rodrigo de Larrucea, explica a LA RAZÓN que «Con esta práctica, Rusia estaría burlando las sanciones, pero al transportar el crudo en barcos con bandera de terceros países sería complicado denunciarlo».

En su opinión, la baza con la que cuenta España para evitar un mal equiparable al Prestige, en caso de que se produjese un vertido, es alegar que son embarcaciones precarias que podrían desencadenar un terrible accidente medioambiental. En este sentido, advierte de que «el tema es importante porque Rusia ha reducido sus importaciones de crudo un 80% y está generando toda una flota fantasma para burlar las sanciones europeas».

Y lo más preocupante es, según el experto, que usa para ello «barcos viejos y armadores de tercera fila, que se exponen a sanciones de la UE y también de EE UU». En definitiva, una potencial amenaza al ecosistema marino fondea a escasas millas de nuestra costa. [La Razón-sc]