El dolor del mundo moribundo y velado por los que van a desaparecer

0
235

Puede que todavía haya millones de personas con acceso a los mass media del planeta, que no tengan la menor idea de cuan cerca se está de una gran conflagración mundial, en la que primero y con el fan de destruir a la Federación de Rusia, Occidente y a propósito de la guerra en Ucrania, que es su terreno de prueba del armamento de la OTAN y de terceros laboratorios químicos y bacteriológicos, trata de llevar a la humanidad hacia una escalada de guerra sin retorno.

La razón es abrumadoramente simple, los 10 principales milmillonarios estadounidenses, metidos hasta la raíz del cabello en procurar hacer morir a la mitad de la humanidad y según ellos, porque de ese modo se “podrá vivir  mejor”, han estado financiando todas las formas inimaginables de guerras locales y hasta que ahora se les ha presentado la oportunidad de iniciar la debacle programada, a propósito del estallido bélico entre el grupo terrorista Hamás y el Israel sionista y también terrorista.

No se ha reparado en nada, ni dinero, tampoco armamentos e incluidos químicos y bacteriológicos y comenzando por las bombas de fosforo blanco y tomando de ensayo a gran escala, la matanza que se perpetra contra Palestina y en particular en Gaza, donde en apenas seis días son más de 200 mil personas que han sido asesinadas o heridas y miles de infraestructuras reducidas a polvo desde sus cimientos.

De hecho, se procura un ensayo a gran escala de limpieza étnica que arroje las posibilidades directas de que una gran parte de la humanidad tenga igual destino. Es una imitación casi al calco del exterminio de naciones aborígenes en norte-centro y Suramérica en los siglos pasados.

En este afanar tan inhumano y anti todas las religiones, los medios de comunicación y de información de masas son las armas de reglamento y actuando como mecanismos de extinción masiva y todos, escudándose en sus supuestas responsabilidades “patrias”, cuando de lo que se trata, es de que sus dueños -individuos y corporaciones- son parte del tinglado de millonarios dispuestos a todo y con tal de que una mayor parte de la humanidad sea borrada del mapa.

Ahora, el próximo paso será el buscar las formas de como Rusia es arrastrada a esta política genocida mundial, intento que ya se inició con el rosario de sanciones económicas y financieras de todo tipo y en la creencia, de que al hacerlo, Rusia no podrá ir en ayuda de China Popular, ni en ayuda de las naciones del Asia Central a la que se le ha asignado (China Popular) el penoso papel de destrucción total, mientras medias potencias como Japón, Corea del Sur y Australia se reparten la obligación de destruir a las naciones de poblaciones étnicas amarillas de todo el sudeste asiático y también el Asia Central.

En los flancos, los poderes sublevados contra la humanidad, han diseñado una especie de mecanismo de pinzas para atrapar a la díscola Corea del Norte y las supuestamente independientes naciones BRICS y las que a la mitad de la fase de exterminio, los diseñadores de la destrucción mundial quieren dar una muestra de cómo tratar a las naciones del tercer mundo, en tanto varias naciones europeas y en particular Francia, se les ha dado la encomienda de aplastar África, destruir el Caribe y explosionar al resto de América Latina.

Mientras tanto y concomitantemente a los movimientos armados que se han iniciado, Occidente trama llevarse de paro a no menos una cuarta parte de la humanidad y con todo tipo de plagas y epidemias y arrancando con nuevas variables sobre el Covid 19 y las que han empezado a ensayarse en India y ciertos países del norte africano.

Cuando se llegue a esa atapa, entonces los ejércitos mercenarios de la OTAN se encargarán de volver a aplicar “la medicina” empleada en los Balcanes y al momento que todo esté en ejecución y todo el mundo atento a lo que sucede, lanzarse como fiera herida sobre toda Rusia y China y sin importar la utilización de armamento nuclear o ese nuevo, incendiario de disparos de energía altamente concentrada que se utilizó de muestra y con las armas de energía que se comprobó en los sospechosos fuegos programados en Hawái, Sudamérica y Australia.

Como se ha de suponer, al momento que ya todo este macabro plan de exterminio global se encuentre en práctica, deberían haber muerto no menos de dos mil millones de personas. Ni que decir, que el panorama será tan dantesco y sin que parezca irreverente, que ni las oraciones servirían para nada.

¿Cuál podría ser el factor sorpresivo que hiciera que esta hecatombe programada no continue?, que los militares ejecutores de la misma, asqueados y llenos de culpas y dolor, se rebelen contra quienes les mandan y de esa manera, los centros de mando en Washington, Bruselas, Londres, Paris, Berlín, Tokio, Seúl y Camberra sean víctimas de la propia furia desatada por ellos.

A fuerza de ser imaginativos, habría que decir, que, si esta revuelta al completo se diera, abarcaría los ejércitos de submarinos atómicos que merodean en todos los mares cada día e igual a los operadores de los más de mil satélites militares que continuamente amenazan al planeta.

Ya con la humanidad prácticamente de rodillas, ni soñar con que los milmillonarios instigadores de semejante mortandad lograrían sobrevivir y tampoco podría dejarse de suponer, que ante tal conflagración en el planeta tierra, otras civilizaciones dentro del sistema solar o más allá de este, no irrumpan de improviso y detengan semejante orgía de sangre de autodestrucción humana.

Es así como visualizamos los pretextos bélicos que están ocurriendo y es que no dudamos, que se está en el comienzo del final y refiriéndonos a esta civilización actual, que a lo interno está siendo destruida por las drogas, su variable fentanilo y toda esa juventud irresponsable al estilo alofoke de puro bajo mundo estadounidense.

Por supuesto, para ese tiempo y hablamos de entre cinco y diez años, quien escribe estará muerto y con él, el millón 507 mil 418 dominicanos entre 61 y 71 años registrados como votantes para los comicios del año que viene y precisamente por esa realidad tan firme y dura que entendemos ver, es que ahora hablamos sobre el dolor del mundo moribundo y velado por los que van a desaparecer. Con Dios. 13.10.2023