Estamos a menos de tres pasos hacia una grande y nueva guerra y aquí con un breve ensayo tropical

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Mientras el resto del mundo se ahoga en suspiros y esperanzas frente a la expectativa ominosa de una nueva guerra que pudiera hacer temblar los cimientos de la civilización, se hace evidente y como una especie de escapismo mental por parte de quienes saben, que ante la posible conflagración no tienen potestad alguna ni para impedirla y menos prolongarla, tratar de que se haga de pura angustia, el lograr, que para casi toda la humanidad la vida pudiera sostenerse dentro de parámetros razonablemente normales y que ofrezcan esperanzas de continuidad de vida a quienes ya la entienden casi de escape en sus propias manos.

Diciendo esto, ni por asomo queremos hablar como filosofo, comunicador o tertuliano en los medios electrónicos, sino que simplemente y como si fuera un ramalazo, la agitación que se vive e inducida por otros, obliga a que se piense si acaso no es cierto que la vida es demasiado corta.

En este sentido, ¿podría decirse que debe hacerse necesario para que los seres humanos tratemos de vivir lo más racionalmente posible, mientras quienes mandan, ordenan y disponen sobre las vidas de los demás y quienes para colmos no se dejan ver del gran público, también entiendan que no hay refugios atómicos que a todos pudiera salvaguardarles?

Véase por ejemplo el escenario ucraniano, del 2014 cuando el presidente Petró Oleksíyovich Poroshenko desestabilizó a su país para entregárselo a colonizar y como colonia de características nuevas, a EEUU, Reino Unido y Unión Europea y a un nivel, que de pronto, ese país eslavo y gran potencia en granos, fue convertido en el territorio virgen con más de quince laboratorios para fines de guerra bacteriológica y secuestro total de su sector productivo, más otro ampliado de armamentos.

Al tiempo que su sucesor, Volodímir Oleksándrovich Zelenski, el sexto gobernante a partir de 1991 y quien había hecho campaña electoral en función de trazar una estrategia prorrusa, tan pronto llegó al poder, volvió sobre sus pasos y se lanzó abiertamente en brazos de Washington, Londres y Bruselas y como plataforma triple para convertirse en un simple títere y no solo de ellos sino también del ejército sicario OTAN  y hasta arribar al gran extremo de motorizar una guerra amplia contra Rusia y a propósito de que Moscú dio en febrero de 2022 su reacción al golpe de Estado en el 2014.

Ahora y prácticamente pérdida la guerra, Ucrania depende del armamento europeo, inglés y estadounidense y si en algún momento quiere hacer realidad su sueño de ganarle a Rusia y al hacerlo, convirtiéndose en el gatillo que quienes protegen a Ucrania están a punto de tocar para llevarse de encuentro a media humanidad o por lo menos a la península europea entera y viendo la realidad, de que Rusia y en los últimos dos años, se ha fortalecido y habiéndose presentado como la gran potencia militar, tecnológica, industrial y económica, que con toda y la rabiosa oposición de Occidente, no solo que ha resultado un hueso duro de roer, sino que ante el mundo, se presenta como la opción multipolar de un nuevo mundo cambiante al amparo de los países Brics y con el refuerzo de China Popular y naciones aliadas a esta.

Y que si a lo anterior le agregamos la terrible masacre y depredación que el estado sionista de Israel está efectuando en la franja de Gaza y hasta convertir aquel bestial escenario de guerra de exterminio en un genocidio que avergüenza a toda persona decente, se tiene entonces la muestra terrible  de como EEUU y viendo que está perdiendo ampliamente su hegemonía de dominio mundial de los últimos 83 años, ha colocado a la humanidad ante la grave disyuntiva de sobrevivir o morir a cambio de rendirse a su liderazgo tan fuera de tiempo.

Por eso y viendo una panorámica global, se cae en cuenta, que para la díscola y emocional Hispanoamérica, estas naciones se encuentran al tris de una guerra regional sostenida en el Continente y teniendo de base operativa a Colombia y frente a esta, a Venezuela, Cuba y Nicaragua, en tanto paralelamente y con el pretexto de que supuestamente Haití ha caído en manos de pandillas cuyo armamento proviene de EEUU, se esbozan los primeros pasos de su rescate, atizando una intervención militar humanitaria y motorizada por el Comando Sur, cuyo objetivo inmediato es tratar de controlar a Haití y en la medida que la anarquía allí pudiera servir de pretexto para que Washington imponga  la política a seguir y en una República Dominicana en la que el presidente aliado Abinader, a este día, ya no tiene muy segura su reelección.

Algunos de nuestros lectores podrán suponer que sobre esto estamos especulando, sin embargo, la vida enseña, que lo especulado y en la generalidad de los casos y a corto tiempo, siempre se vuelve realidad. En este aspecto, lo que importa es tratar de adelantarse a los acontecimientos y para actuar en consecuencia.

Recuérdese, que, de hecho, tropas del Comando Sur, como de la Guardia Costera y sus operativos de guerra tecnológica, ya están operando en territorio dominicano y quienes contando con el apoyo de un ejército dominicano solícito vasallo del estadounidense, de mil amores este se prestaría a lo que sea con tal de satisfacer lo que Washington quisiera.

Entonces y viéndolo todo en perspectiva, que no solo haya que no desestimar ningún escenario global o local o regional y sí entender, que en este país se tiene un gobierno en funciones que invariablemente deberá entregar en agosto a resultas de las elecciones del domingo 19 y si esto se razona, entonces, los dominicanos debemos razonar a su vez y entender, que estamos obligados a ver y lo que parecería que vamos o seremos testigos, de que estamos a menos de tres pasos hacia una grande y nueva guerra y aquí con un breve ensayo tropical y el que ya se acelera con la decisión de ayer de Rusia, al emitir una orden de búsqueda y captura de Zelensky como también de Poroshenko y anteriormente de Occidente y paralelamente, con los sospechosos “ejercicios militares” que la OTAN está llevado a cabo a menos de cien kilómetros de las fronteras europeas con Rusia en uno de los paises bálticos. Con Dios. (DAG) 05.04.2024