De la turba de agentes de la Dirección General de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) que agredió el lunes al Defensor del Pueblo, Pablo Ulloa, a la periodista Lourdes Aponte, al fotógrafo Raúl Ascencio y a camarógrafos de otros medios, hay uno que lo golpeó a todos a trompadas y empujones.
Su nombre no lo tenemos, pero sí su fotografía y videos donde golpea al Defensor del Pueblo y a los representantes de los medios de comunicación que los acompañaban cuando fue a verificar la situación que se da en el lugar, a raíz de los reportajes del matutino centenario capitaleño.
“El abusador del Canódromo”, con una camiseta negra, pantalón gris, cadena y reloj, como todo un verdugo, dirigió las agresiones sin contemplación.
¡Ah!, pero hasta las mujeres agredieron, y es el caso de la "abusadora", la coronel Isabelita de los Santos Pérez, quien y como una desequilibrada, ver imagen, usó un palo de golf para agredir a los presentes.
Otra agente de Digesett agarró a la periodista Lourdes Aponte, y la sacó casi arrastrada del lugar.
Aponte perdió el celular, que luego fue devuelto por la Digesett al periódico, pero reseteado, sin ninguno de los archivos, que incluían grabaciones de lo acontecido.
Los agresores del Canódromo actuaron con una autoridad dictatorial con el uso de la violencia física, sicológica y verbal y como una abusadora banda o asociación de malhechores policial. [Listín Diario-Ojo]