Faride y aun cuando en el Gobierno crean lo contrario, no es descartable. Con ella, es preferible que el PRM gane poco, a que quede totalmente desacreditado y relegado a un futuro incierto

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Desde el día que intereses comerciales de montaña conspiraron y logrando, asesinar al ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, el presidente Luis Abinader debió de haberse puesto en alerta y mucho más, cuando tan ruidosamente un determinado poder fáctico empresarial forestal y agrícola, era tan evidente que le desafiaba.

Todavía más, han pasado meses de aquella conspiración devenida en tragedia personal y familiar para los descendientes del malogrado funcionario y en el Gobierno, nadie ha sido capaz de enfrentar como se debió aquel descarado despliegue de poder paralelo.

A partir de entonces, el presidente Abinader debió de haberse enterado y actuado a lo inmediato y si para estos tiempos no querría verse envuelto en otro desafío de fuerza que abarcara a amplios sectores de las fuerzas vivas y de muchos enquistados en los círculos de opinión y mediáticos.

Ahora al gobierno, sus frutos se le están pudriendo y aunque no lo parezca, está claro que el tiempo se le acorta y que aquellos niveles de aprobación de un año atrás, ni por sospecha, nadie piensa que pudieran resurgir.

Es, al contrario, los mismos intereses agazapados que mataron a Orlando han vuelto a tomar presencia y en esta ocasión, aliados a sectores que no solo se han beneficiado de las políticas de Abinader, sino que están actuando como sus enemigos solapados y ante ello, lo peor, que Abinader parece que no sabe dar respuesta y luciendo maniatado y hasta si algunos quieren, hasta temeroso de tomar decisiones de peso político electoral.

Obsérvese, que su viejo y no tan aliado ya, del expresidente Hipólito Mejía, luce que tanto le da que el presidente pierda relevancia de poder y como antesala de la previsible derrota electoral que sus adversarios empresariales le tienen montada y con tiempo, en tanto el mismo PRM, acostumbrado a ser un partido en el poder, luce totalmente incompetente e incapaz ante el terremoto social que tan abiertamente se le viene encima.

Lo más grave a todo este proceso de desestabilización interno, es que ninguna de las fuerzas políticas opositoras que están representadas por la alianza Rescate RD, ninguna nos atrevemos a decir, está en eso de conspiración manifiesta para derrotarle y como si lo están los grupos económicos y uno que otro financiero, que sí están “laborando” en esa pretensión.

De esta forma y poco a poco, Abinader está siendo aislado y para que cuando se llegue a enero, empiece a darse cuenta de que ya le están derrotando y cuyo primer golpe significativo, la oposición y por lo menos hasta ahora, luce que se lo dará en las elecciones de febrero.

Lo más significativo, es ver como las difamadoras redes sociales están haciendo picadillo de la imagen gubernamental y la del mismo primer mandatario, mientras ya se observa cierta “tibieza expositiva” en el batallón de periodistas y medios adscritos al gobierno y tanto periódicos escritos como digitales y todos, beneficiados ampliamente por el generoso presupuesto publicitario de propaganda oficial y quienes con cierta “timidez”, entienden que, como las ratas, ya es hora de abandonar el barco.

Desde ya, a Abinader, luce que su misma gente y por sus ambiciones desmedidas -unos por dinero y otros por poder- han empezado a tomar distancia y aun así, todavía el gobernante no se ha dado cuenta o no ha querido darse cuenta y que si es esto último, entonces es peor su panorama político actual, en cuanto a que parecería, que realmente hay una fuerte conspiración de abigarrados intereses para sacarle del poder.

¿Qué hacer?, ¿cómo actuar?, primero despabilarse y en cierto modo, asumir que su popularidad personal y política ha menguado y ante lo cual debería compactar fuerzas todavía leales y no golpear a diestra y a la siniestra y, además, preocupándose por hacer nuevas alianzas y amigos, no para que lo refuercen en el poder y sí para que les sean útiles y les sirvan de escudo para los tiempos postelectorales.

Ya mismo, no tiene en el Distrito Nacional a nadie de peso que le haga mantener la plaza. Su recién candidata a la alcaldía capitaleña políticamente es un desastre y nadie la entiende ni medianamente capaz y hablamos en términos políticos y no personales, mientras sorprendentemente, se hace evidente que el mismo Abinader está como por sacarle los pies a su senadora en la misma jurisdicción capitaleña.

Faride Raful, ciertamente que ha cometido errores y muchos, su forma de ser jactancioso, su insufrible prepotencia y abuso de poder, inculcados por su “tía” putativa, Nuria y su misma mamá, ya no es aquella dulce colegiala del colegio de señoritas Santo Domingo que con tanta gracia presumía de ser una correcta hija de familia.

Por mucho, sus errores han empezado a pasarle factura y lo grave en todo político, no se está queriendo dar cuenta de que sus adversarios internos le quieren mover la alfombra bajo sus pies.

Sin embargo y no obstante que en el PRM y hasta en el círculo familiar de Abinader, ya no cuenta con la gracia y la buena fortuna de antes, muchos entendemos, que el presidente cometería un grave error de percepción y si la relega desplazándola como potencial candidata a repetir en su curul.

Veamos, ¿cuáles son las opciones?, ¿un rencoroso y taimado presidente de un partido de alquiler, que no precisamente se caracteriza por guardar lealtades y quien tiene entre ceja y ceja ocasionarle el mayor daño posible al expresidente Leonel Fernández? No creemos que sea una opción de fiar.

Después, ¿quién más? Por lo pronto el tiempo de escoger se agota y al final, la única opción es Faride, quien, aún derrotada, pues si se lanza seguro que perderá de calle, con todo y el peso muerto que arrastra, es ciertamente y a nuestro modo de ver, su mejor opción, aparte y aun cuando algunos perversos crean lo contrario, la muchachona es todavía leal a Abinader y a su familia y sabe hacer el trabajo político que de ella se debe esperar: agitar, desacreditar y burlarse del contrario, ser hiriente y terriblemente embaucadora, las armas precisas, de una arrogante que en tiempos malos, sabrá pelear y hasta caer.

Mientras tanto, la duda de si poner o no a Faride, al gobierno y al PRM y al mismo Abinader, le está haciendo más mal que bien y que en momentos que la oposición ya calienta motores para llevar al partido oficial a la peor de sus derrotas electorales en materia municipal capitaleña y cuidado en todo el Gran Santo Domingo, por lo menos, es lo que ahora se está entendiendo.

No vamos a decir más, al fin y al cabo y como ayuda táctica servida con desinterés, solo queremos recalcar, que Faride y aun cuando en el Gobierno crean lo contrario, no es descartable. Con ella, es preferible que el PRM gane poco, a que quede totalmente desacreditado y relegado a un futuro incierto. Con Dios. (DAG) 04.12.2023