En el argot popular del dominicano se dice chercha al referirse al jolgorio que produce los cuentos, mitos, fábulas o mentiras hechas con tal de entretener al público a quien está dirigido esta diversión.
Tal es el caso que sucede en días recientes con el IPO (Oferta Pública Inicial) de acciones comunes por parte de la empresa César Iglesias, S. A.
En una iniciativa innovadora en el mercado financiero del país, esta compañía se atrevió a someterse a la trasparencia que exigen los mercados de capital al ofrecer al público en general participaciones activas en su capital.
Esto sólo fue posible con el escrutinio previo de las autoridades del mercado de valores, calificadores de riesgo, auditores independientes y profesionales del mercado financiero. Algo que no se había hecho con anterioridad en nuestro mundo de negocios.
Sin embargo, en vez de aplaudir esta oferta pública de acciones, algunos estamentos que quisieran hacer opinión pública se han dado a la tarea de querer denostar esta decisión. Al observar estas críticas con detenimiento, es obvio que las mismas nacen de la ignorancia, mala fe o la intencionalidad política.
Si algo ha caracterizado esta transacción financiera ha sido la transparencia con la cual se ha llevado a cabo. Sólo hay que tomarse el tiempo para leer el prospecto de emisión y los documentos colaterales para entender la claridad informativa con la cual se ha llevado a cabo.
Esta decisión trascendental en la vida empresarial del país está revestida de la disponibilidad de datos y hechos que permiten una toma de decisión de inversión voluntaria clara y firme. Por: Frederich E. Bergés [El Día]
