El subsidio al precio de los combustibles va a ir desapareciendo. Así se ha anunciado y las reuniones de la semana pasada en el Palacio Nacional iban dirigidas en esa dirección.
Nada nuevo. El año pasado, en febrero, ya se estudiaban dos escenarios. Se retrasó el ejercicio por la crisis económica derivada de la pandemia y como una de las medidas adoptadas por el gobierno de Luis Abinader para facilitar la reactivación económica. El ejercicio salió bien, si nos atenemos a los resultados. República Dominicana, a juicio de los organismos internacionales, es uno de los países del área con mejor perspectiva para 2022 y con mejores índices postpandémicos.
No es un problema nacional. Los precios de los combustibles han aumentado en todo el mundo y la inflación que esto genera es significativa incluso en países acostumbrados a no sufrirla. Tampoco ayuda el retraso en los embarques y los problemas de las cadenas de suministro…
En Estados Unidos la inflación creció a su ritmo más acelerado en casi 40 años, un incremento del 7% en 2021. En Europa, la inflación ha rozado el 5%, aunque en países como Alemania, considerado el motor de la Eurozona, llega al 6%. China, la segunda potencia mundial, sufre también una crisis energética que ha provocado cortes de luz, subida de los precios de los alimentos y graves problemas de producción en las fábricas.
¿Consuela que todo el mundo tenga el mismo problema? No, no consuela, pero es un aviso. Se suman aquí también las quejas por los retrasos en los embarques que pueden provocar problemas en la actividad económica. El país no es ajeno a lo que ocurre en el mundo… Por: Inés Aizpún [Diario Libre]